Ante la falta de un candidato potente que aglutine al radicalismo, el partido replica la interna del PRO y se divide en torno a los candidatos amarillos. La única certeza que hay hoy en la UCR de cara a las elecciones nacionales es que seguirá dentro de Juntos por el Cambio.
Falta menos de un mes para el cierre de listas pero el partido centenario pone la mira en el 14 de junio. Ese día vence el plazo para la inscripción de las alianzas. A partir de ese momento, y hasta el 24 de junio -cuando se presentan las listas- habrá definiciones.
"Hoy, vamos hasta el final", dicen desde el entorno del gobernador jujeño Gerardo Morales, que ya se lanzó como precandidato a Presidente y que, al menos hasta ahora, se presenta como tal. Lo cierto es que esas mismas fuentes reconocen que el futuro del jujeño es incierto.
Aseguran que el gobernador tiene varias opciones sobre la mesa y que la decisión final dependerá de las negociaciones que se produzcan sobre el filo del cierre de listas. Morales podría ser precandidato a Vicepresidente o, incluso, dar la pelea por una banca en el Senado. Su regreso a la Cámara alta no sonaba -al menos hasta hace poco- entre las opciones que barajaba el jujeño.
Interna radical
Mientras el jujeño analiza sus opciones, el encono por parte de un ala del radicalismo, que pasó a conocerse como "Grupo Malbec", para con su líder sigue en pie.
El espacio que integran Alfredo Cornejo, Gustavo Valdés, Luis Naidenoff y Carolina Losada, entre otros, acusa a Morales de haber sellado un acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta para ser su compañero de fórmula. Le reprochan -desde la foto que ambos se sacaron este verano en Mar del Plata- haberle entregado el partido al alcalde porteño. Y de priorizar sus intereses personales por sobre los del partido.
Con el correr de los meses, y encuestas bajo el brazo, los Malbec, que apuestan sus fichas a Patricia Bullrich dicen: "Lo dijimos desde el día uno: Morales no llegaba y Larreta no levanta". De hecho, están a la espera de que el jujeño "blanquee" que se baja como precandidato a Presidente.
Ante un panorama en el que 'La Piba' tendría ventaja (siempre de acuerdo a encuestas), los Malbec señalan que Morales se encuentra en una "encrucijada". ¿Para qué mantener un acuerdo "con el caballo perdedor"? Con "caballo perdedor", por supuesto, se refieren a Larreta.
Al mismo tiempo, esos mismos radicales se preguntan por qué Larreta apostaría a Morales si este no cuenta con el apoyo de todo el partido. Advierten que los "pesos pesados" estarían con Bullrich. "¿Qué le sumaría Morales a Larreta?", se preguntan.
Pero, además, los díscolos ponen la lupa en las elecciones provinciales que se produjeron en lo que va del año. Los resultados demuestran (aseguran) que la estrategia de Morales falló. Y de allí que hasta los propios le pasarían factura al jujeño.
Desde el costado de Morales, mientras tanto, insisten con que el gobernador no tiene acuerdo alguno con el alcalde. Es más, le achacan a los Malbec hacer públicos supuestos ofrecimientos de Larreta a referentes de ese espacio para que sea su compañero de fórmula: Losada, Valdés y hasta Facundo Manes.
"¿Gerardo tiene un acuerdo pero le ofrecen la Vicepresidencia a ellos?", dicen desde el moralismo.
¿Larreta o Bullrich?
Más allá de que el ala de Morales rechaza una alianza con Larreta, confían en que si el alcalde llegara a desembarcar el Balcarce 50, habría un gobierno de coalición.
De lo contrario, si gana Bullrich imaginan un esquema similar al de 2015-2019. Es decir, un gobierno del PRO en el que la UCR quedaría relegada a los cargos legislativos. En concreto, sería -una vez más- una coalición parlamentaria y no de Gobierno.
¿Por qué? Detrás de Bullrich está Mauricio Macri, interpretan los allegados a Morales. Aseguran que, en caso de haber fórmula mixta con el radicalismo, el Vicepresidente sería algo así como una "Gabriela Michetti", sin voz ni voto.
El Grupo Malbec, en cambio, desconfía de Larreta pero también de Morales por su cercanía con el ministro de Economía, Sergio Massa. De allí que hay quienes dicen que los díscolos estarán, precisamente, "donde no esté Gerardo".
La apuesta de Gerardo Morales
Mientras el reloj avanza, Morales tiene la mira puesta en la convención nacional que su partido celebrará el 12 de junio. Dos días antes de la inscripción de las alianzas.
En un encuentro que se prevé que será un mero formalismo, los objetivos del jujeño son tres: ratificar que forman parte de Juntos por el Cambio; aprobar el programa de Gobierno y delegar en la Mesa del Comité Nacional la instrumentación de los acuerdos.
En concreto, Morales apuesta a "fortalecer" su partido para negociar con el PRO -de cara al cierre de listas- el programa de gobierno, espacios de poder y la conformación de fórmulas mixtas.
En este contexto hay quienes vienen haciendo un llamado de atención, como Ricardo Buryaile. El formoseño viene bregando para que el partido radical esté unido. Aunque, parafraseando a San Martín, reconoce: "No sé si es posible, pero es imprescindible".
Es que, así como Buryaile, son varios los que advierten que, si bien Morales reuniría -estiman- al 70%, 80% del radicalismo, el Grupo Malbec "no es despreciable". Señalan que allí conviven varios de los pesos pesados del partido centenario.
Manes, en carrera
En el medio de las disyuntivas radicales, en las que el debate parecería haber quedado reducido a encolumnarse detrás Larreta o de Bullrich, el que sigue en carrera por la Presidencia es Facundo Manes.
El neurocientífico no se identifica con esa disyuntiva. Sostiene que la UCR tiene que llevar un candidato propio. Por eso él sigue firme, pese a los pedidos de Morales para que se baje y dé la pelea en la provincia de Buenos Aires, allí donde el mismo diputado nacional se ufana de haber cosechado 1,5 millones de votos en las elecciones de medio término de 2021.
La duda es qué referentes de la UCR acompañarán al neurocientífico en su aventura presidencial. Al menos hasta ahora, ningún pope del partido de la boina blanca parecería encolumnarse detrás de Manes.
"Se va a ir aclarando todo", confían desde el entorno del bonaerense, desde donde aseguran que todavía falta mucho tiempo.