Karina Milei ganó la pulseada y, sin flexibilizaciones en su propuesta, el PRO evalúa un principio de acuerdo para confluir en una alianza con La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires para las elecciones nacionales de octubre.
La decisión final deberá estar para este jueves 7 de agosto, cuando se cierra la fecha para presentar las alianzas ante la Justicia electoral. Como antesala, este lunes hubo una seguidilla de reuniones de la cúpula amarilla en búsqueda de llegar a un acuerdo y bajar las tensiones.
El expresidente fue quien llevó adelante la iniciativa para cambiar la estrategia para la nacional en una negociación contrarreloj y pese a las reticencias de su primo y jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien mantiene puentes rotos con el presidente Javier Milei. Por eso designó como interlocutor a Ezequiel Sabor, el Secretario General del PRO CABA, cercano a Daniel "El Tano" Angelici.
"El oficialismo quiere tomar una posición totalmente dominante", reprochó Macri esta mañana antes de ingresar a la sede partidaria en San Telmo, en donde realizó una maratón de reuniones con dirigentes amarillos y gobernadores por zoom en pos de avanzar tanto en la estrategia electoral como en el rumbo parlamentario.
Cuando se retiró por la tarde le dejó a la prensa la definición de que ahora la propuesta la deberá analizar Uspallata, la sede de gobierno de su primo.
El alcalde, de áspera relación con la Casa Rosada, tiene en el menú de opciones intentar revivir lo que fue Juntos por el Cambio en una alianza con el radicalismo y la Coalición Cívica o incluso analiza unirse al flamante frente "Grito Federal" que promete sumar a más gobernadores. La decisión final sobre si cerrará o no el acuerdo la tomará él.
La negociación convivió en un vaivén de idas y vueltas todo el fin de semana, pero desde LLA se mantuvieron "optimistas" en todo momento en que el acuerdo iba a sellarse. Del otro lado de la vereda, el macrismo intentó negociar las condiciones de Karina Milei, pero no hubo mucho margen para resistirse.
Los primeros puntos indiscutibles, especialmente tras la derrota histórica del PRO en los comicios locales, es que el frente deberá ser violeta y no habrá rastros del sello de Macri, tal como sucedió con el acuerdo en la provincia de Buenos Aires que orquestaron con Cristian Ritondo, quien se mantuvo al margen de las conversaciones por la Ciudad de Buenos Aires.
Además, no les darán ningún lugar en la lista de Senadores y, según pudo saber El Cronista, desde el seno libertario propusieron finalmente darle el quinto y sexto lugar en la listas: los últimos lugares entrables, con la condición de tener una buena elección. Esto quiere decir que si el PRO quiere asegurarse sus lugares, deberán colaborar para un buen resultado.
Dentro de las propuestas que circularon durante la jornada, los Macri pedían el segundo lugar de la lista. LLA contempló darles el tercero, pero finalmente volvieron al punto de partida: dos lugares, pero al final de la lista, tal como anticipaban desde la semana pasada.
Es todo lo que renuevan: tres bancas, la de Sabrina Ajmechet, Fernando Iglesias y María Eugenia Vidal. La primera, fiel a los libertarios en la Cámara baja, es uno de los nombres que resuenan para que encabecen estas listas. Por caso, Iglesias dijo que no iba a renovar y Vidal, como contó este medio, decidió hace tiempo no ser candidata si el PRO acordaba con los libertarios.
"Hay nombres en danza pero no hay nada definido", es todo los que dejaron transmitir por estas horas. "Lo de CABA cambia cada dos minutos", reconoció otro referente violeta. Las horas son decisivas, pero todo indica que finalmente irán juntos: es la mejor chance de Jorge Macri para ahorrarse otra derrota en su territorio.