El primer disgusto de Mauricio Macri como presidente se lo llevó el jueves mismo de la asunción por la noche.

Es que la velada de gala en el Teatro Colón se terminó pareciendo más a una fiesta de las revistas de actualidad que a una celebración institucional.

Al flamante presidente le extrañó no ver en el festejo a su amiga Margarita Barrientos, una de las luchadoras sociales a las que quiere y admira, y a varios de quienes lo acompañaron en la extensa campaña electoral pero sí vió a muchos personajes de la farándula que dispararon las primeras críticas públicas que escuchó en los medios de comunicación por la frivolidad que transpiró el encuentro.

Dicen que, en el tumulto de la asunción, Macri no controló quienes eran los invitados y terminó enfurecido con quienes diseñaron las listas de presencias y ausencias.

Sobre todo cuando el viernes comenzaron a lloverle los reclamos de los dirigentes, empresarios y referentes sociales que se quedaron afuera del Colón.