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El Gobierno avanza con un cambio en el esquema de subsidios a los servicios públicos de luz y gas. Por un lado, el Poder Ejecutivo busca simplificar el esquema actual. Pero también quiere recortar el gasto destinado en estas subvenciones, lo que significará un incremento en las boletas que pagan los hogares.

En Energía estiman que, este año, se irán alrededor de $ 6 billones en subsidios a luz y gas. Para 2026, apuntan a que ese número baje a un número más cercano a $ 5 billones, ya que la medida explica un ahorro de $ 837.000 millones. Este año los subsidios representarán un 0,65% del PBI, mientras que -en 2026- buscan que muerda un 0,5%.

Bajarán los miles millones que destina el Gobierno a subsidios

En caso que lo logre, Economía habrá llevado los subsidios energéticos a su nivel más bajo de los últimos 25 años. Desde diciembre de 2001, cuando se salió de la convertibilidad y se devaluó, las tarifas de los servicios públicos -que se ajustaban en dólares- no pudieron cubrir el costo de la electricidad y el gas que demandaban. Para saldar la diferencia, el Estado fue pagando la diferencia. Y esto generó inmensos déficits fiscales.

En 2020, los subsidios energéticos -acumulados a noviembre- reales eran de $ 16,3 billones. Y en 2023, saltaron a $ 19,3 billones. Para 2024, cayó a $ 12 billones y este año se ubicaría en $ 6,8 billones, según estimaciones privadas.

Picos en 2021/2022

Solo para comparar, el gobierno de Alberto Fernández destinó en subsidios energéticos en su máximo de 2021 $ 22,9 billones (a valores actualizados, acumulado hasta noviembre). En dólares actuales, eso sería alrededor de u$s 15.200 millones.

En la idea del Gobierno, las subvenciones bajarían a u$s 3300 millones en 2026.

Energía encarará un cambio en el sistema actual de subsidios. La primera decisión del Gobierno es eliminar la “segmentación tarifaria”. Ese régimen dividía a los hogares en tres grupos: ingresos altos (N1), medios (N3) y bajos (N2). De acuerdo a esa categorización, se asignaban o no los subsidios.

Ese esquema se extinguirá y será reemplazado por dos categorías más definidas: subsidiados y no subsidiados.

Los hogares subsidiados tendrán un descuento del 50% en el costo eléctrico de sus boletas. No será parejo en todo el año. El descuento correrá para consumos de 150 kWh mensuales en meses de otoño y primavera, pero subirá a 300 kWh mensuales en los momentos de mayor demanda (verano e invierno).

Según el Gobierno, esta depuración permitirá borrar una serie de errores. Energía detectó 2,6 millones de hogares que estaban catalogados como de ingresos bajos pero no cumplían los requisitos para tener esos beneficios. En la revisión de Energía, encontraron 370.000 casos registrados a nombre de personas fallecidas y más de 15.500 hogares en countries que recibían subsidios como si fuesen vulnerables.

Podrán acceder a subvenciones en las boletas aquellos hogares cuyos ingresos declarados sean inferiores a tres Canastas Básicas Totales (CBT). Eso implica que habrá descuentos en el costo de la electricidad y el gas para quienes ganen menos de $ $3.641.397.

Los sectores bajos (N2 en el régimen anterior), tenían descuentos del 70% en el costo de la electricidad que consumían y ese porcentaje llegaba a 80% en el caso del gas en AMBA (la ciudad de Buenos Aires más el conurbano), según el Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-Conicet).

Los sectores medios (N3) tenían un promedio de 56% de descuento en el costo eléctrico y 75% en el gas. Los únicos usuarios que venían pagando una tarifa casi completa eran los de altos ingresos.

Las boletas de luz y gas tienen tres componentes: el costo del servicio es el que representa la mayor parte de la factura y es lo que está subsidiado por el Estado nacional.

Para atenuar el impacto, en enero de 2026 habrá una bonificación adicional del 25%. De esa forma, el descuento llegaría a un 75% durante el primer mes. Pero ese adicional se irá achicando progresivamente a lo largo del año hasta desaparecer en diciembre.

En el caso del gas, habrá subsidios del 50% en el costo del gas entre abril y septiembre. En cambio, no habrá subsidios entre octubre y marzo, ya que se estima que son meses de bajo consumo porque aumenta la temperatura. De todas formas, también tendrán el alivio temporario del 25% adicional desde enero, que caducará a fin de año.

Este sistema reemplaza la segmentación, así como la Tarifa Social y el Programa Hogar.

Corrección

Desde hace un año que el Gobierno viene trabajando en esta reforma, con la asistencia del Banco Mundial. Apuntaba a corregir la situación de millones de hogares mal inscriptos en el registro de subsidios.

Los subsidios económicos a agua, energía y transporte mostraron una caída real del 44% anual acumulada a noviembre 2025, según un trabajo de los especialistas Alejandro Einstoss y Julián Rojo. Desde su observatorio, destacan que las subvenciones a Cammesa -la empresa mayorista administradora del sistema eléctrico- cayeron un 35% real, es decir descontada la inflación. En el caso de Enarsa -que importa gas para los meses de invierno-, las subvenciones retrocedieron un 71%.

La quita de subsidios representa un pilar en el superávit fiscal: un tercio de la mejora del superávit se explica por la baja de subsidios.

Hasta noviembre, los hogares del AMBA pagaban tarifas que cubren en promedio 52% del costo real, mientras el Estado afronta el 48% restante. En el caso de electricidad, el Estado estaba cubriendo un 42% del costo, mientras que en el gas, el Gobierno solventaba un 54% de los costos.

El esquema actual

Los hogares caratulados como N1 (altos ingresos) todavía estaban recibiendo un 11% de subsidio en luz y 24% en gas. El sistema actual de subsidios calculaba que había 4,9 millones de hogares de altos ingresos. Tienen 3 o más autos, tres o más propiedades y poseen otros bienes (barcos, veleros, activos financieros) que permiten inferir que no necesitan subsidios. En sus boletas, pagan casi el 90% del costo eléctrico y 76% del gas. También están en esta categoría las personas que no llenaron el registro de subsidios. El Gobierno los puso allí por no haber pedido ninguna subvención.

El sistema anterior era “desordenado y plagado de filtraciones”, según lo caracteriza Energía. “Una gran porción de subsidios se iban para hogares que no eran vulnerables, era algo que debía corregirse de inmediato”, es el razonamiento oficial.

Energía convocará a “audiencias públicas”, que servirán para quienes se opongan a la medida hagan conocer sus argumentos. “Si de allí surgen propuestas superadoras, o mejores de las que se proponen, serán escuchadas y quizás incorporadas”, razonan en el Poder Ejecutivo.

El Gobierno está convencido que, con los cambios, se protegerá a los hogares con ingresos por debajo del umbral de tres CBT, a sectores vulnerables (porque ahora será más “preciso”) y a quienes utilizan garrafas. Las personas y hogares ya inscriptos en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE) serán migradas automáticamente al nuevo régimen. Igual, tendrán la opción de actualizar su información.