La noche del 13 de agosto el escenario de la esquina de Corrientes y Dorrego no se usó. No sólo no había nada que festejar, excepto el triunfo de Axel Kicillof en Buenos Aires. No había con quien. Ni militancia, ni dirigentes.
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La mayoría prefirió irse a su casa después de cerrado el comercio y cuando empezaban a conocerse las primeras tendencia que arrojaron un escenario de derrota para Unión por la Patria. En cambio este domingo de elecciones generales Sergio Massa y Kicillof adelantaron su llegada al Complejo C para recibir los datos oficiales junto a gran parte de ministros y candidatos.
Ya antes de las 20 La Cámpora llenó la esquina con militantes y banderas. Jóvenes, casi adolescentes, se ubicaron del otro lado del escenario y de las carpas en la esquina de Corrientes y Leiva.
Una postal de que muestra que no todos los sub 20 son libertarios. Para llegar al acceso de prensa hubo que dar una vuelta de dos cuadras. Nada de eso ocurría 70 días atrás. "El peronismo dejó de dormir la siesta" dijo al llegar Héctor Daer, uno de los secretarios de la CGT. Mensajes parecidos se replicaron en redes sociales y de celular en celular.
"El movimiento obrero actuó", dijo uno joven dirigentes bonaerense de San Pedro, municipio donde UxP casi duplicó en votos a Juntos por el Cambio y a La Libertad Avanza. En las PASO ese distrito había estado muy ajustado. A medida que llegaban datos de provincias y municipios del Conurbano e incluso del interior de Buenos Aires creció el entusiasmo.
El 13 de agosto los voceros de Sergio Massa, Kicillof, de Máximo Kirchner, Cristina Kirchner y otros importantes dirigentes de Unión por la Patria daban vueltas por la carpa de periodistas sin información. Esa noche hubo más silencio que declaraciones hasta que Massa salió al escenario con Leandro Santoro, el gobernador de Buenos Aires y Kirchner hijo.
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En ese escenario del Complejo C no hubo música ni festejo. El espacio quedó semivacío. Otra vez la postal es la inversa. Alrededor del Complejo C se reforzó el el vallado y la seguridad.
El Cronista se cruzó a un par de jóvenes que llegaron a pedir sus pulseras color fucsia para ingresar. Y a varios dirigentes que apuraban el paso para entrar lo antes posible. De todos modos con la mitad de las mesas escrutadas las declaraciones fueron prudentes.
Los distritos donde se amplió la brecha llevaron alivio, datos no oficiales y de mesas testigo. En todos los recuentos Massa llegaba al 35% con Javier Milei pisándole los talones con 31% y Patricia Bullrich en tercer lugar con 23%. En Buenos Aires la diverencia se amplía, con el 42% de las mesas extraoficialmente escrutadas, Massa llegab a a 44 y Milei a 25.
En la cateogría gobernador, Kicillof alcanzaría unos 46% de los votos, Néstor Grindetti (Juntos por el Cambio) apenas 25 -en su propio búnker ya reconocen la contundente derrota que sufrió- y Carolina Píparo 24. En la Ciudad de Buenos Aires será imprescindible el escrutinio total para saber si habrá segunda vuelta. Jorge Macri (JXC) llega a 48% y Leandro Santorio a 32.