Las elecciones de septiembre pusieron al gobernador Axel Kicillof en el centro de la escena del peronismo al haber conseguido una contundente victoria contra el oficialismo nacional, pero sin que ello suponga que la administración provincial le sea, a partir de entonces, un camino sin dificultades. A lo que supone dirigir los destinos del distrito territorialmente más extenso y con más habitantes, se suma la contienda político-económica con la Casa Rosada y, además, el adverso escenario legislativo en el que siempre ha lidiado con mayorías esquivas y oposiciones -propias y ajenas- que le han traído varios dolores de cabeza. Esta semana, mientras hacía campaña de la mano de Jorge Taiana, Kicillof hizo un nuevo intento por conseguir el beneplácito legislativo al endeudamiento provincial. El resultado fue negativo. Hace pocas semanas, el gobierno provincial había anunciado la resolución favorable de todos los juicios vigentes por deudas no ingresadas al canje de 2021, en términos similares a los de la reestructuración de aquel año". El ministerio que conduce Pablo López explicó que "esta acción se suma a desistimientos firmados recientemente por juicios iniciados en Alemania. De esta forma, se da solución a todos los juicios vigentes contra la Provincia en relación a los bonos no canjeados en la reestructuración de 2021". Sin embargo, desde hace un año el gobernador le viene pidiendo a la Legislatura que apruebe un nuevo endeudamiento y siempre ha chocado con oposiciones externas e internas. Así sucedió a fin del año pasado, cuando la iniciativa naufragó junto a la Ley de Presupuesto y a la Fiscal Impositiva. El jueves, en el Senado bonaerense se intentó avanzar con un nuevo proyecto que va, según dicen desde la provincia, en el mismo sentido: "Es un nuevo proyecto, una ley corta, solo apuntaba a el refinanciamiento de deuda vieja", dijeron fuentes provinciales. Desde que asumió como gobernador, el Senado y la Cámara de Diputados de la provincia ha sido un terreno de los más esquivo para el Ejecutivo. La demostración más plena es que, en los últimos dos años, no se consiguió el aval para que la Provincia cuente con un presupuesto. Kicillof gobierna con los números diseñados para 2023, para otro país, aunque siempre aclara que, a diferencia de Javier Milei, él hubiera querido contar con la venia legislativa. En los últimos dos años, no ha tenido quorum propio en ninguna de las dos cámaras y siempre ha estado muy lejos en números de la mayoría simple. Ese escenario se modificará a partir de diciembre cuando se genere la renovación: el peronismo tendrá quorum en la Cámara Alta y estará un poco más cerca de la mitad en la Baja. Sin embargo, seguirá necesitando de los acuerdos con los opositores y, además, un alineamiento de las bancadas peronistas que se han mostrado díscolas a la hora de apoyar sus iniciativas. Esta semana se frustró un intento de sesión en el Senado. Las razones esgrimidas son varias. Según el kicillofismo, para conseguir el quorum y las manos para aprobar el endeudamiento "siempre aparece uno pidiendo cosas nuevas". La queja del Ejecutivo, en esta ocasión, no sólo apunta contra los senadores de La Cámpora, sino contra todo el arco político. Afirman que los pedidos van desde cargos en la Suprema Corte y sillas en el directorio del Banco Provincia, hasta "presidencias cuartas" en las cámaras. Para pasar la prueba en el Senado se necesitarían 31 manos y, en la actualidad, el oficialismo cuenta 21, aunque no se sabe si todos están de acuerdo con acompañar el pedido. En diciembre tendría 24, pero Kicillof siempre dependerá del acompañamiento de legisladores que responden políticamente a otros dirigentes peronistas. Por ejemplo, trascendió que la senadora y candidata a diputada nacional Teresa García afirmó que es momento de tratar todos los temas pendientes con la oposición, es decir el endeudamiento junto a las otras grandes leyes y, demás, acordar con la oposición sobre los pedidos para cubrir los cargos pendientes. Mientras tanto, en la oposición hay posturas disímiles que van más allá de los pedidos de cargos. Los legisladores que responden a intendentes están más interesados en aprobar el endeudamiento ya que habría fondos frescos de libre disponibilidad para las comunas. Por otra parte, en el PRO afirman que "todo está trabado por una interna del peronismo" y que habría que negociar de manera completa, consiguiendo el acuerdo en ambas cámaras. "De la otra manera, se tiene que negociar todo dos veces y no es la primera vez que algo se aprueba en el Senado y queda trabado en Diputados", cerró un senador en diálogo con El Cronista. Mientras tanto, el gobernador visitó el Parque Industrial de Mar del Plata para visitar las plantas de producción de las empresas de papas congeladas Lamb Weston; de helados, Lucciano's; y de productos farmacéuticos, Norgreen S.A.. Durante esa recorrida, Kicillof habló en clave económica y dijo que el Gobierno nacional "tiene una política macroeconómica totalmente anti-productiva: dolarizó los costos, abrió las importaciones y paralizó por completo el mercado interno". Además dijo que "el Estado y el sector privado no van por carriles separados, ya que las empresas invierten cuando hay rutas, puertos e infraestructura adecuada: no hay que elegir entre uno u otro, sino trabajar de manera conjunta y pensando en el futuro". "Nunca vivimos un industricidio tan cruel y profundo: bajar salarios, quitar derechos a los trabajadores y destruir la universidad y la ciencia es también conspirar contra nuestra producción", concluyó.