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Tras el triunfo de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof aprovechó una entrevista televisiva para hablar de sus aspiraciones presidenciales yreivindicar uno de los episodios más controvertidos de su gestión como ministro de Economía: la estatización de YPF.
El gobernador bonaerense, quien emerge como una figura clave del peronismo pos kirchnerista, defendió la decisión como parte de su construcción política hacia 2027.
"Haría lo mismo", afirmó categóricamente al ser consultado sobre la expropiación de YPF en 2012, cuando ocupaba el Ministerio de Economía durante la presidencia de Cristina Kirchner. Lejos de mostrar cualquier arrepentimiento, el mandatario provincial presentó aquella medida como un ejemplo de "decisión muy valiente" que podría replicar en un eventual gobierno nacional.
La defensa no es casual: Kicillof busca diferenciarse tanto del modelo económico de Javier Milei como de las gestiones peronistas anteriores que considera erróneas. "Estuvo bien hecho", insistió, argumentando que la medida fue necesaria porque "con Repsol había caído un 40% la producción de gas y petróleo, y faltaban reservas en dólares para importar".
La construcción del candidato anti-Milei
Kicillof aprovechó cada momento de la entrevista para posicionarse como la alternativa al actual presidente. Calificó el discurso de Milei sobre el Presupuesto 2026 como "disco rayado" y acusó al mandatario de mentir sistemáticamente: "Lo que le pasa a Milei es que nos viene mintiendo hace mucho".
El mandatario aprovechó su formación para cuestionar desde un ángulo económico los resultados de la gestión libertaria: "Después de la devaluación hay una caída dramática que todavía persiste que se manifiesta en la caída de la actividad económica, la paralización de la obra pública".
Esta estrategia le permite presentarse como el candidato con experiencia de gestión y conocimiento técnico, capaz de ofrecer una alternativa seria al modelo actual.
La victoria bonaerense como trampolín nacional
El gobernador interpretó la reciente victoria de Fuerza Patria en las elecciones legislativas bonaerenses como una validación de su liderazgo y una señal de que "la sociedad no se banca cualquier cosa: caprichos ideológicos, no".
"El voto sirve para que se corrija el rumbo", analizó, sugiriendo que su triunfo electoral representa un mandato popular para liderar la oposición al Gobierno.
La compleja relación con Cristina Kirchner
Uno de los aspectos más delicados de la construcción presidencial de Kicillof es su relación con Cristina Kirchner. Aunque reconoció que la participación de la expresidenta fue"clave para el triunfo", evitó comprometerse con decisiones específicas que podría tomar como presidente, incluido un eventual indulto.
"Me parece ultra ciencia ficción", se quejó cuando se le preguntó directamente sobre sus planes presidenciales, pero su respuesta revela la tensión entre mantener la lealtad a Cristina y construir un liderazgo autónomo.
El programa presidencial en construcción
Kicillof comenzó a esbozar algunos lineamientos de lo que podría ser su programa presidencial. Reconoció la importancia del equilibrio fiscal, pero se diferenció de Milei al advertir que "no podés concentrarte en un solo aspecto y hacer un desastre en todo".
"El pos-Milei exige un ejercicio de una fuerza política robusta, sin repetir errores del pasado", planteó, sugiriendo que su eventual candidatura se basará en la experiencia de gestión y la capacidad de construir consensos amplios.
El gobernador también mostró apertura a incorporar dirigentes de otras corrientes, aunque con una condición: "Tiene que haber unanimidad en el programa económico".