El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, volvió a cuestionar duramente este mediodía la protesta de la Policía Bonaerense que se dio en el marco de los reclamos de distintas policías provinciales. Pero esa vez le añadió un gesto de trascendencia al hacerlo en un encuentro que mantuvo con diputados nacionales por Buenos Aires de casi todo el arco político.
Como ayer, Scioli insistió en que, en particular los saqueos que se registraron durante las protestas policiales, fueron “hechos organizados que pusieron vidas en riesgo”.
Pero el gobernador no apuntó a ningún sector en particular. Más aún, en la Casa de Gobierno, en La Plata, junto a él estaban su vice Gabriel Mariotto y los diputados Julián Domínguez, Carlos Kunkel y Juliana de Tullio, del Frente para la Victoria; Felipe Solá, del Frente Renovador de Sergio Massa, y Gerardo Milman, del Frente Amplio Progresista, entre otros.
El propio Solá se mostró en línea con Scioli al afirmar que las protestas policiales “ponen en juego la estabilidad del estado” y advertir que “no hay democracia sin Estado”.
Scioli, por su parte, sostuvo que “un policía no es un trabajador más porque la sociedad les ha confiando un uniforme y un arma” y con su protesta “se pone en riesgo la vida de la gente”.
El mandatario provincial reforzó el mensaje que implicaba la reunión con el resto del arco político al asegurar que el encuentro “es un gran aporte a este momento de la provincia y del país”, al tiempo que rechazó las “presiones” a su gestión y dio por terminado el conflicto en la Provincia: “Celebro que hayamos superado a última hora (de anoche el conflicto)”.