"Los ricos ya están resignados", dice un diputado al hacer alusión al famoso impuesto a las grandes riquezas en el que el oficialismo viene amagando con presentar desde los primeros días de abril pero del que aún se desconoce la letra chica. Es por ello que la discusión para lograr su aprobación en la Cámara de Diputados -una vez que se presente- ya no pasará por el origen de los fondos sino por su destino. Las negociaciones que el oficialismo trabe con los gobernadores y un proyecto para apuntalar a las mipymes que impulsó el bloque lavagnista podrían ser la clave para que la ley reciba luz verde en Diputados.
Más allá de que aún no se conoce la letra chica del texto, bloque oficialista ya recibió aval del presidente Alberto Fernández y de su ministro de Economía Martín Guzmán para que la Cámara baja comience a debatir la iniciativa que aspira a recaudar unos u$s 3000 millones para hacerle frente a la crisis desencadenada por el Covid-19. Es por ello que su debate en el Congreso, ya sea en forma telemática o presencial, es inminente.
Con el correr de los días, lo que al principio se planteó como una discusión ideológica sobre si los ricos deberían o no hacer un esfuerzo extra para paliar al menos una parte de los gastos que le generó al Estado la pandemia de coronavirus pasará a ser una discusión en torno al destino que se les dé a los fondos que el diputado Máximo Kirchner propuso crear a partir del impuesto que le encomendó redactar al diputado Carlos Heller.
Para hacerse del puñado de votos necesarios, el oficialismo,que no cuenta con mayoría propia en Diputados, como sí en el Senado, "irá a buscar a los gobernadores", augura una fuente del Congreso.
Es en las negociaciones que el Frente de Todos pueda trabar con los jefes provinciales de distinto signo político el bloque que hoy lidera Máximo Kirchner podrá hacerse de un puñado de votos que le faciliten que la ley reciba luz verde y avance al Senado, donde su debate será un trámite. Es que la cámara que preside Cristina Kirchner cuenta con una mayoría más que suficiente para sancionarlo.
Para ello, una de las zanahorías a las que podría apelar el oficialismo para sumar, por ejemplo, el acompañamiento de los diputados por Córdoba, que responden al gobernador Juan Schiaretti, sería que en la ley se establezca la coparticipación de los fondos recaudados con el gravamen excepcional.
Además de los cordobeses que hoy integran el interbloque que preside Bali Bucca, el oficialismo podría apelar a una negociación más y así traccionar a más diputados de ese espacio opositor. ¿Cómo? Destinando una porción de esos fondos a la reactivación de las mipymes.
Desde un primero momento, el diputado Heller dejó en claro que el dinero recaudado con este impuesto se destinaría a cuestiones específicas que estén estrechamente vinculadas a los estragos que viene haciendo la pandemia: lo sanitario y lo social.
Ahora bien, si Máximo Kirchner quiere que "le sobren los votos" en el recinto, podría apelar al proyecto de ley que la semana pasada impulsó, con el aval del excandidato a presidente Roberto Lavagna, el bonaerense Alejandro "Topo" Rodríguez.
El proyecto del Topo Rodríguez podría ser la clave para que el oficialismo apruebe el impuesto a las grandes fortunas.
Esta iniciativa, titulada “Ley para el Sostén de las mipymes de Argentina , que fue acompañada por los diputados Jorge Sarghini, Bali Bucca, Graciela Camaño, Andrés Zottos y Luis Contigiani, establece el otorgamiento créditos con tasa de interés cero, a 24 meses y con seis meses de gracia, para ese tipo de empresas.
Además, propone que aquellas mipymes que reinviertan sus utilidades en equipamiento o bienes de capital en general paguen cero impuesto a las ganancias por tres años.
“Se necesita un fuerte impulso a las pymes, que son la base para cuidar la producción y el empleo. Nosotros esperamos que consideren nuestra propuesta , argumentó en diálogo con este medio el autor de la iniciativa, Topo Rodríguez.
Si Heller incluye estos ítems su proyecto o si el oficialismo accede al tratamiento de este proyecto en el recinto, además de acompañarlo, Máximo Kirchner podría dar por descontado que al menos un parte del interbloque lavagnista acompañará el impuesto a las grandes riquezas y anotarse así una victoria.