En diciembre pasado, a pocos días de que Sebastián Piñera se impusiera en el ballottage que lo regresará el 11 de marzo al Palacio de la Moneda, el Gobierno argentino dedicó revocarle el estatus de refugiado al ex guerrillero chileno Galvarino Sergio Apablaza Guerra. Con un pedido de extradición de 2004 a cuestas y luego de apelar la decisión de la Comisión Nacional de Refugiados (Conare), en las últimas horas fue a las oficinas de Migraciones a intentar renovar su radicación vencida días atrás pero, en su lugar, se dispuso su expulsión del país por "actos de terrorismo", revelaron fuentes oficiales.

Apablaza está acusado de planificar el asesinato del senador pinochetista Jaime Guzmán Errázuriz en 1991 y del secuestro del empresario Cristián Edwards. Las relaciones bilaterales entre la Moneda (en la primera presidencia de Piñera) y la Casa Rosada se tensaron en 2010 cuando el entonces gobierno de Cristina Fernández de Kirchner decidió concederle el refugio al ex guerrillero, cuya esposa Paula Chahín trabajaba en Presidencia, cargo que mantuvo con la asunción de Cambiemos.

Hace casi dos meses atrás, cuando se le retiró dicho estatus, varios organismos de Derechos Humanos emitieron un comunicado en el que expresaron su rechazo a la medida tomada por la Conare (que integran la Cancillería y los ministerios de Justicia e Interior, asesorados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados).

De continuar este camino, la extradición de Apablaza sentaría un antecedente para el líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), Facundo Jones Huala, sobre quien también Chile exige su deportación.