El economista Carlos Melconian resaltó un dato económico en relación al dólar, aunque al mismo tiempo criticó que el Gobierno está postergando los problemas económicos.
Por un lado, el economista planteó que el Gobierno buscó evitar unadevaluación brusca, pero lo máximo que logró es que la moneda desde octubre dejara de apreciarse. En este sentido, destacó que hubo un beneficio para los agroexportadores que tuvieron un diferencial de atraso entre un dólar a $ 200 y después a $ 230.
"La pérdida por sequía puede compensarse en algo, no en todo, por el costo de la energía, porque están importando gas más barato y porque el caño gasoducto Néstor Kirchner puede compensar. Pero estamos en el día a día.Todo es estirar hasta agosto. Si en agosto nos pegan una piña, lo que se logre después de agosto no sirve", advirtió el economista en diálogo con Radio Mitre.
Por otro lado, para el economista, el Gobierno "se queda corto en tarifa, en dólar, en alquileres, en transporte, en carne y en salarios". "Licua, no arregla", criticó en relación a que no ataca de fondo el problema de la inflación.
"Licuar no es solucionar, es postergar el problema para el que viene", advirtió el economista, e insistió en que el Gobierno "está postergando los problemas; que no se coma la sociedad ningún pescado podrido en este ida y vuelta de insultos".
Melconian también consideró que la"etapa de estabilizar la inestabilidad"y promocionarlo "como un logro" se está "agotando". "Creo que ahora se está tirando de esa piola exageradamente", afirmó.
"Si la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía, en la comparación con julio, generó una estabilización dentro de la inestabilización reinante se está tirando de esa piola exageradamente. Ahora se mezclan los tantos. Esta estabilidad, así definida, se tiene que alinear con la política, ser competitivo electoralmente, y todo eso junto es muy difícil. Ahí está el corazón del conflicto político oficial", dijo Melconian.
El expresidente del Banco Nación remarcó que el Gobierno que venga tendrá por delante la tarea de encarar una reforma estructural y lograr un plan de estabilidad. "Tiene que dar una batalla cultural y del otro lado va a venir mierda", anticipó. "La demanda de la gente es muy simple la gente quiere saber cuántos valen las cosas. Necesita un horizonte", señaló.