"Es un tema terminado". Cerca de Karina Rabolini adelantaron que la primera dama bonaerense no volverá a hablar del tema. Juraron que no había escuchado los dichos de Florencio Randazzo, a quien otras veces le recriminó sus quejas, antes del programa de Alejandro Fantino. "Se sorprendió en serio. Sólo le habíamos dicho que lo había vuelto a criticar", relataron. Al mismo tiempo negaron que el cuasi llanto haya sido una "sobreactuación" de la presidenta de la Fundación Banco Provincia, tal como se especuló en las redes sociales, escenario de una verdadera batalla campal 2.0 entre el randazzismo y el sciolismo. Dando por ganada la escaramuza dialéctica de campaña, en la gobernación bonaerense no quieren reavivar la polémica. Y con la típica estrategia sciolista, nunca responde el gobernador, sino su primera línea de defensa: su esposa, su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, o su hermano José "Pepe" Scioli. Distintas municiones dependiendo el calibre del enemigo a criticar.
"Sí, le falta un brazo pero es la persona más entera que conozco", lo elogió a Scioli, al borde del llanto. En términos de campaña, fue un K.O. en el primer round.