Domingo Cavallo, ex ministro de Economía de Carlos Menem, compartió su opinión respecto a si considera apropiado dolarizar la economía argentina como respuesta a la crisis o no y defendió un "sistema bimonetario".
Consultado sobre la propuesta que suele sostener el diputado liberal Javier Milei para regular la inflación, Cavallo fue terminante al indicar que "más que pensar en una dolarización completa, hay que perfeccionar primero un sistema bimonetario".
Según especificó el economista, en primer lugar, se debería "legalizar" el uso del dólar en la economía formal y, además, "producir ajustes fiscales y de los precios relativos" para que "luego la gente pueda pronosticar que el peso se va a estabilizar frente al dólar".
Cavallo ejemplificó esto con el plan de convertibilidad que aplicó a principios de la década del '90 con el objetivo de regular el aumento de precios: "Dolarizar la economía depende de las circunstancias, por ejemplo, si cuando lancé la convertibilidad en el '91 hubiéramos querido ir a una dolarización, eso hubiera producido los mismos efectos, frenar la inflación", defendió en diálogo con TN.
Respecto a la actualidad, el exministro insistió sobre la idea de "autorizar el uso del dólar para todo tipo de transacciones", un modelo contrario al actual en el que la utilización de la divisa extranjera se ve fuertemente restringida.
Sin embargo, Cavallo reconoció que para aplicar este modelo "un ajuste del gasto" es una condición obligatoria: "La única herramienta que tendría [el Gobierno] es bajar el ritmo de crecimiento del gasto público".
"El propio viceministro de economía [Gabriel Rubinstein] ha dicho que duda de que las metas de gasto que se plantearon en el presupuesto se vayan a cumplir y advirtió sobre el peligro de que todo esto termine en un Rodrigazo", alertó el economista.
Finalmente, aunque su propuesta para resolver la crisis argentina es económica, el exfuncionario remarca la fuerte influencia de la política en la falta de rumbo que se observa en el Gobierno.
Aquí, subrayó que la interna oficialista entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner traba la gestión económica debido a las diferencias ideológicas que ambas partes sostienen.
"Trajeron economistas profesionales como [Martín] Guzmán, o ahora el viceministro, y les echan la culpa de las cosas que pasan, pero en realidad pasan porque el poder político les impide hacer los ajustes necesarios", criticó para cerrar.