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La inflación de este año superará el 50% y la del año que viene quedará muy cerca de esa cifra, según se desprende de los resultados de la encuesta de Expectativas Macroeconómicas de El Cronista (EMEC) de diciembre, cuyos participantes también dieron su primera previsión de suba del índice de precios para 2023, muy poco alentadora.
El relevamiento, del que participaron nueve consultoras y centros de estudio entre el 16 y el 23 de diciembre, arrojó para este año un aumento del índice de precios de más de 50%, una posibilidad que los economistas anticipaban desde los albores del año en desmedro del 29% (y luego 33%) planteado por el Gobierno en el Presupuesto del año pasado.
Con más de 45% acumulado en los primeros 11 meses del año, una tasa de 3,2% o más en diciembre ya la dejaría por encima de la barrera psicológica del 50%.
El mismo escepticismo se configura para 2022, dado que los participantes de la EMEC, a través de la mediana de respuestas, confluyeron a una inflación de 49,3% para el año que viene, 10 puntos superior a la que se esperaba hace cuatro meses y casi 20 a la cifra que planteó el oficialismo en el proyecto de Presupuesto rechazado en Diputados.
Es que si bien el dato de noviembre de 2,5% fue menor a lo que preveían los analistas, estos consideran que se tratará de un oasis y proyectan para los cinco meses siguientes una inflación de 3,5% promedio por mes: 3,4% en diciembre, 3,6% en enero, 3,4% en febrero, 3,8% en marzo y 3,7% en abril.
Así, el primer cuatrimestre de 2022 rondaría el 15%, que si bien es más bajo que el del mismo período de 2021, promete otro año de inflación de 50%, con el impacto que esto pasa a significar en el precio de los alimentos y en los gastos de los hogares de menores ingresos y recursos para protegerse de la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.
Y para 2023 no se esperan mejoras sustanciales, ya que la primera proyección para ese año apunta a un 40%, con lo que, de cumplirse estos pronósticos, la inflación en los cuatro años de mandato de Alberto Fernández habrá alcanzado el 200%, es decir, una triplicación del índice de precios respecto al nivel que tenía cuando asumió.
Estrategia fallida
Otro de los puntos que más preocupa a los analistas es que esta tasa de inflación de 50% en 2021 se habrá alcanzado a pesar de que el equipo económico del Gobierno utilizó el tipo de cambio y las tarifas de servicios públicos como "anclas".
Al tiempo que no funcionó, esto generó un atraso real en ambas variables e incremento las distorsiones en los frentes financieros, por el estiramiento de la brecha con las cotizaciones paralelas, y fiscal, por el incremento de las partidas en subsidios economicos que se entregaron para sostener el congelamiento de los bajos importes en las boletas de gas, luz y transporte.
Y también demostró la nula efectividad que tuvieron los controles de precios para contener la inflación, medida que si bien se instruía desde la Secretaría de Comercio y no formaba parte de la estrategia orgánica del ministro de Economía, Martín Guzman, se profundizó tras las elecciones PASO con la incorporación de Roberto Feletti, de los economistas kirchneristas más intransigentes, a la dependencia que pertenece a Desarrollo Productivo.
Atraso por compensar
Debido al atraso del tipo de cambio como ancla inflacionaria, los analistas proyectan que el dólar oficial cerrará en menos de $ 108, cuando a comienzos de 2021 estaba apenas debajo de los $ 89.
Más allá de ser un 15% menos de lo que se esperaba en enero, se trata de un aumento de poco más de 20% en un contexto en el que la inflación trepó 50%, retraso que deberá ser compensado en 2022 para no perder competitividad en este frente.
Por eso, las previsiones apuntan a que el tipo de cambio de finales del año que viene ronde los $ 165, lo que implicaría una depreciación mensual de 3,5% todo el año, mucho mayor a la observada en 2021.
Sobre la EMEC
La Encuesta de Expectativas Macroeconómicas El Cronista (EMEC) se realiza una vez por mes desde junio de 2016 entre varios de los más destacados analistas del mercado, incluidos bancos, consultoras, centros de investigación y asesores de inversión, a quienes se les pide que respondan un formulario con una treintena de preguntas sobre 12 variables clave de la macroeconomía y las finanzas nacionales.
De la edición de diciembre participaron Abeceb, Ecolatina, Seido, LCG, FIDE, PGK Consultores, la Escuela de Economía y Negocios de la Unsam (Costante, Dentice y Fares), CESO y el Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación.