Aunque con cuentagotas, el Gobierno parece estar dispuesto a comenzar a recorrer el camino que lo conducirá a la disminución de la titánica masa de subsidios a los servicios públicos, una de las claves de la economía kirchnerista. Fuentes de la Secretaría de Transporte, a cargo de Juan Pablo Schiavi, reconocieron ante El Cronista que los sectores que reclaman pueden tener un problema de rentabilidad debido a su propio negocio, pero no requieren de más subsidios, dado que pueden aumentar la tarifa.
Desde julio, las empresas que prestan el servicio de larga distancia nacional (Retiro-Mar del Plata, por ejemplo), el Ejecutivo (el mismo, pero con menos paradas) y el provincial interurbano (Rosario-Santa Fe, por caso) sufrieron recortes en el volumen de gasoil subsidiado que recibían de las petroleras por orden del Gobierno.
Otros servicios neurálgicos, como el transporte en el área metropolitana a través de colectivos, continúa recibiendo el mismo subsidio.
De acuerdo con las cifras de agosto que publicó Transporte, las empresas de larga distancia recibieron ese mes 19.133,9 metros cúbicos (m3) de gasoil subsidiado, contra los 27.817,9 m3 de enero. La merma implica una reducción de un 31 por ciento.
Desde el sector privado aseguran que no pueden afrontar la merma en el suministro de gasoil subsidiado y aumentar la tarifa sin sufrir una caída en las ventas de pasajes. Y apuntan a dos grandes responsables de eso: por un lado, las llamadas combis, que hacen transporte interurbano pero no cumplen con las mismas condiciones que los micros. Y los vuelos de cabotaje, que tienen tarifa controlada por el Gobierno y precios cercanos al transporte por vía terrestre.
Celadi, que reúne a empresas como Cóndor Estrella, Plusmar y Chevallier, entre otras, transformó esos argumentos en reclamos concretos y amenazó con organizar un desfile de micros en el microcentro a modo de protesta. Schiavi logró evitar esa demostración mediante la conformación de una agenda de trabajo entre las partes.
Pero mientras las compañías esperan una restitución de subsidios, en Transporte les reclaman que retoquen la tarifa. Y ya hicieron las cuentas: Les alcanza con un aumento de un 3,5% para compensar el gasoil, sostuvieron.
Las empresas dejaron de recibir unos 11 millones de litros mensuales. A un precio del gasoil a granel de $ 4,40 el litro (por encima del precio en los surtidores), y si se descuenta el peso que pagaban por litro ante las empresas, el ahorro para el Estado arroja $ 34 millones, que si se extienden a lo largo del año llegan a los $ 408 millones.