Paolo Rocca, el propietario del Grupo Techint es, tal vez, el empresario más escuchado de la Argentina. Ayer disertó en el cierre de un congreso de Alacero (Asociación Latinoamericana del Acero), seguido atentamente por un salón repleto de ejecutivos siderúrgicos y otros representantes de la economía, como Jaime Campos, el titular de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que reúne a las cámaras más poderosas. Y no defraudó; perfiló claramente las expectativas a partir del próximo gobierno: "el modelo de más Estado y menos industria va a tener que ser sustituido por un modelo donde el rol de las empresas aumenta y se transforma en un motor de desarrollo".

"En estos años hemos llegado a pensar que quien crea la riqueza es el Estado, pero quienes crean la riqueza son los emprendedores, son los industriales, la infraestructura privada, los agricultores, la actividad de servicios, que en realidad dan motor a la economía. El motor de la economía no es el Estado", enfatizó Rocca.

A continuación enumeró la dinámica del gasto público en América latina y puntualizó que aumentó en la región del 26% al 34% del PBI, para luego precisar que "en Argentina el aumento ha sido mayor, del 22% a más del 40% casi duplicando el peso del Estado".

Se preguntó, "¿dónde ha ido esta mayor captura de recursos por parte del Estado?" y respondió: "la verdad es que uno no la ve en las inversiones. El nivel de inversiones no se ha modificado, ha quedado en el orden del 20% a lo largo de todo el período. Se ha transformado en aumento de consumo y subsidios, en elementos de un diseño no solo económico sino también político, que es un diseño llamémoslo populista, en algún caso con rasgos autoritarios como en Venezuela. Este modelo económico ha sostenido también un modelo político".

"Yo creo que la política económica va a cambiar, pero también el cuadro político va a cambiar, porque en definitiva tiene que encarar problemas distintos. Hoy el tema no puede ser redistribuir un superávit que está disminuyendo. El tema es promover la iniciativa privada y la llegada de capitales que tienen claro objetivo de inversión y proyectos que tienen retorno y que crean real riqueza, desarrollo, incorporación de tecnología", puntualizó.

Para el dueño de Techint, se llegó a esta situación porque América latina y otros países emergentes se beneficiaron de un "modelo de crecimiento, que yo en otros años había definido como un pacto con el diablo, basado sobre la exportación de productos primarios y de commodities hacia China, la importación de productos industriales, la captura por parte del Estado a través de retenciones y dividendos sobre las compañías petroleras, sobre las compañías del Estado en distintas áreas, producción de minerales u otras, y la carga impositiva creciente. Este pacto en definitiva incrementaba el peso del Estado y lo ha incrementado a cambio de un descenso del rol de la iniciativa privada y de la industria. Para nosotros ha sido muy negativo y desfavorable, un modelo de crecimiento que en definitiva reducía el peso de la industria", explicó.

"Argentina, con un comercio muy regulado, ha logrado acotar esta desindustrialización, pero no ha logrado modernizar con fuerza la estructura industrial", precisó.

Relató luego que a partir de 2011, algo empieza a no funcionar en China como debería. Y entonces el viejo modelo ya no va a funcionar.

"Si no exportamos granos, petróleo, mineral, cobre, vamos a tener que exportar productos manufacturados para poder sostener el crecimiento", dijo Rocca, y añadió que ese "crecimiento no va ser tan fuerte cono en los últimos 15 años, va a ser un crecimiento más moderado pero más sano. El Estado no va a poder gastar todo lo que ha gas tado estos años, va a tener que achicarse", concluyó.