Hace una semana nos dejó Tomás Bulat. Y hemos pasado en estos días de la sorpresa a la angustia y al dolor del desamparo. Por eso, la mejor manera de empezar a tenerlo para siempre en la memoria es acudir a quienes lo conocieron y lo respetaron como economista, periodista, profesor y ser humano.
El Cronista en su Suplemento 3Días convocó al senador Ernesto Sanz (con quien Tomás trabajó en el Congreso); al ministro porteño Hernán Lombardi (quien lo conoció en la militancia juvenil de la primavera democrática); al diputado y economista Alfonso Prat Gay (con quien se cruzaba en los eventos económicos); a tres economistas que fueron sus amigos (Claudio Zuchovicki, Fausto Spotorno y Matías Tombolini) y a la economista de la Gran Makro, Fernanda Vallejos, con quien Bulat protagonizó tres intensos debates que jamás mermaron el respeto mutuo.
Por sus textos conmovedores pasan el afecto, el respeto profesional y la admiración que Bulat despertaba en sus colegas. Humildad, pasión y sabiduría son sólo algunos de los conceptos que nos dejan estas semblanzas del economista que hechizaba al hombre común. Tomás Bulat queda para siempre como una luz que brillará en las páginas de El Cronista.