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Cuando era diputado, Javier Milei y su compañera de bancada, Victoria Villarruel, hoy vicepresidenta, votaron en contra de dos leyes sensibles. Luego de recibir fuertes críticas, intentaron -sin éxito y sumando nuevas críticas y hasta burlas- cambiar el sentido de su voto en una sesión que había culminado cinco días antes.
Irónicamente, el argumento de los libertarios fue estar en contra de votar un "paquete de leyes" en una única instancia. Cinco meses más tarde, ahora desde Casa Rosada, el libertario pretende que el Congreso acompañe un paquete que afecta a más de 300 leyes en una única instancia.
"Quedarán en evidencia frente a los argentinos quiénes están en contra del progreso y quién es casta. Esto es win-win para todos, salvo para la casta, entonces levantar la mano ahí (en el Congreso) va a ser lindo porque vas a estar dejando los dedos sucios", dijo el presidente Javier Milei en las últimas horas, al referirse a los diputados y senadores que se oponen a acompañar su Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para desregular la economía que, en algo más de 80 páginas, intenta modificar o derogar cerca de 300 leyes.
En los hechos, el grueso de las bancadas pusieron la lupa no tanto en contenido como en las formas. Por caso, el presidente del partido radical, Martín Lousteau, afirmó: "Estoy de acuerdo en que debemos cambiar muchas cosas en Argentina, entre ellas, el improductivo desempeño de partes de nuestro Estado y regulaciones que traban el buen funcionamiento de diversos sectores de la economía".
Dicho esto, el senador porteño recalcó: "Los DNU no se pueden modificar: se aprueban o rechazan enteros". Su compañero de bancada, Maximiliano Abad, fue aún más contundente. "La decisión del presidente de encorsetar el debate en un DNU que solo puede ser aceptado o rechazado; replica la misma lógica que Massa utilizó en el debate contra Milei; por Sí o por No!!!!!", tuiteó el bonaerense.
Y agregó: "Esta modalidad ‘a paquete cerrado', no permite el análisis y el debate para poder diferenciar lo correcto de lo incorrecto".
En los hechos, los DNU solo pueden ser aprobados o rechazados por ambas cámaras en el Congreso. Los diputados y senadores no pueden introducirle modificación alguna al texto dictado por el Poder Ejecutivo y que tiene fuerza de ley hasta tanto sea rechazado por ambas cámaras.
En la tarde de ayer, partido radical, que conduce Lousteau, sacó un comunicado proponiéndole al Poder Ejecutivo que envíe el contenido del decreto en una "ley espejo" que "se pueda votar por capítulos, y convocar a extraordinarias para darle tratamiento urgente. Así las reformas positivas, que tendrán consenso, podrán sancionarse y las que no lo sean, evitarse".
En Diputados, igual planteo hizo Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque Cambio Federal. Planteó: "Esto es una República. El Presidente debe gobernar con el Congreso no contra el Congreso. Muchas de las reformas planteadas deben ser tratadas por Ley, y seguramente muchas podrían tener su aprobación".
La contradicción de Javier Milei
Al menos por estas horas, Milei parecería no estar dispuesto a dar marcha atrás con su DNU. Su postura sería que los que rechacen su iniciativa que busca desregular la economía deberán pagar el "costo político".
Ahora bien, cuando Javier Milei era diputado, rol que tuvo hasta días antes de jurar como presidente, tenía una mirada bien distinta sobre el tratamiento de leyes en forma de "paquete".
Tal es así que intentó cambiar el sentido de su voto una semana más tarde de haber emitido su voto, lo cual le valió fuertes críticas y burlas por su "inexperiencia".
Fue en el mes de julio Milei, cuando el líder de La Libertad Avanza quedó en el centro de la escena por enviarle a la Presidencia de la Cámara de Diputados una nota un tanto particular. Llamó la atención de los trabajadores del Congreso: no recordaban algo igual.
En esa nota, enviada el día 10 de julio a Cecilia Moreau, el libertario pedía: "Cambiar el sentido de mi voto y dejar asentado mi voto afirmativo en relación a esos dos expedientes".
Se refería al proyecto que eliminaba el "Trámite de Fe de Vida para jubilados" y el que creaba "Día de Duelo Nacional, el 18 de julio en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA".
En el recinto, cinco días antes, Milei y su compañera de banca, y ahora vicepresidenta Victoria Villarruel habían votado en contra de ambos textos. Y, por eso mismo, habían recibido fuertes críticas.
"Ratifico mi desacuerdo con respecto al tratamiento y aprobación acelerada en modalidad 'paquete' de diferentes expedientes dentro del recinto de la Cámara, y espero se considere", remató el mandatario en la nota. Es que, para agilizar los tiempos, en la sesión, los diputados habían acordado votar ocho proyectos de ley en un mismo "paquete".
Al igual que Milei, Villarruel salió a justificar su voto negativo: "A las 12 de la noche metieron un paquete de 8 proyectos y en cinco minutos pretendían que sin saber de qué trataban votemos. Con Javier Milei votamos no. No votamos sin leer ni analizar las leyes que declaran u obligan al pueblo argentino".
Cinco meses después de las críticas de la fórmula presidencial a la Cámara de Diputados, por haber acordado tratar -con una votación previa que requirió la mayoría especial de tres cuartos de la Cámara para incluir los temas sobre tablas-, Javier Milei busca que diputados y senadores acompañen un "paquete" que incluye unas 300 modificaciones y derogaciones de leyes de lo más variada.
Estas van desde reformas laborales hasta la derogación de la Ley de Alquileres o de la Ley de góndolas, pasando por la transformación de empresas del Estado en Sociedades Anónimas.
Y que, en caso de oponerse, tal cual dijo Milei, no será por las formas, sino porque los diputados y senadores que lo hagan pertenecen -según la mirada del libertario- a "la casta".