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"Al final, es más dura la interna entre Martín (Lousteau) y Jorge (Macri) que entre vos y yo", le dijo una distendida Patricia Bullrich a Horacio Rodríguez Larreta en el bunker que armó Rodrigo De Loredo en el salón de eventos que está ubicado en el Jardín Botánico cordobés. La foto de la unidad en Córdoba se concretó aunque no en el marco que hubieran deseado de una nueva victoria en este calendario de elecciones 2023.
Esta vez, ya sabían que se había perdido y los dos estaban en el VIP, primero un poco tensos entre ellos, pero luego más cómodos, casi divertidos si no fuera porque el contexto no era el que esperaban. Las encuestas habían pronosticado una victoria del candidato de Evolución en la intendencia de la Ciudad de Córdoba pero el schiarettista Daniel Passerini se quedó con el triunfo por siete puntos de diferencia, 47 a 40%.
Uno de los dirigentes que subieron al escenario en la ciudad de Córdoba para acompañar a De Loredo en su derrota definió el momento como "una de cal y una de arena". Hablaba, claro, de que el domingo pasado habían ganado por amplia diferencia -63% a 27%- en las primarias de la provincia de Santa Fe frente al oficialismo, lo que no pudieron reeditar en la intendencia cordobesa. Maximiliano Pullaro fue una sorpresa inesperada. De Loredo fue otra sorpresa inesperada, pero en sentido inverso.
Aunque hay que reconocer que con otro candidato, y dados los particulares contrincantes que tiene Juntos por el Cambio en Córdoba, con quienes hay más vasos comunicantes de lo recomendable para ganar una elección, no hubieran sido tan tolerantes. Incluso comprensivos y contenedores.
Por qué Juntos por el Cambio perdió en la ciudad de Córdoba
Otro experto en elecciones cordobesas señaló a El Cronista que (Martín) "Llaryora hizo lo mismo en la elección por la intendencia que en la pelea por la gobernación. Ganaron en los barrios populares pobres, donde bajaron muchísima plata entre gente que tiene muchísimas necesidades, donde lograron los mismos 7 u 8 puntos (entre 50 y 60 mil votos) con los que definieron la elección. Y desincentivaron a la clase media para ir a votar. Usaron la misma estrategia en las dos elecciones".
Los análisis fueron y vinieron en la noche de la derrota. Martín Lousteau, Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Gustavo Valdés fueron algunos de los radicales que acompañaron a su candidato a intendente. Bullrich y Rodríguez Larreta lideraron el equipo que acompañó a la candidata a vice, Soher El Sukaria. Mauricio Macri, desde alguna ciudad de la Unión Europea, mandó un saludo por las redes sociales saludando a ambos, candidato y candidata, la dirigente más cercana a su liderazgo.
Luis Juez acompañó también, aunque nunca estuvo en el VIP ni se subió al escenario. Todavía está dolido porque -aseguran a su lado- "lo entregaron", sin dar precisiones
También se lo vio en el bunker a Gastón Douek , estratega político y de comunicación contratado por Evolución Radical para la campaña de De Loredo, un experto muy vinculado a Guillermo Seita, quien -a su vez- trabajó para Llaryora y Daniel Passerini, el oficialismo que enfrentó Juntos por el Cambio. Seita, como se sabe, tiene una larga tradición como asesor de Juan Schiaretti, entre otros clientes políticos.
Cómo sigue la interna nacional en Juntos después de Córdoba
La interna nacional, mientras tanto, no afloja. La gente de Larreta puntualiza que "Patricia hace 9 semanas que no crece en las encuestas, le cuesta correrse públicamente al centro porque teme que a mucha gente no le a gustar o directamente no le va a creer". Bullrich, como siempre, sigue su intensa campaña. Antes de viajar a Córdoba revolucionó la Exposición Rural con su recorrida por la cantidad de personas que se acercaban a saludarla y pedirle selfies.
Contrariamente a lo que hacen circular sus contrincantes, no considera estar estancada en las encuestas, sino lo contrario. Y viaja de punta a punta por todo el país. Hoy, se queda haciendo campaña en Ciudad de Buenos Aires, para asistir a la convocatoria a los principales candidatos y candidatas a la Presidencia en La Rural. Mañana viajaría a Chaco, Formosa y Corrientes.
Su equipo asegura que "estamos duplicando o incluso triplicando a Horacio en muchos distritos. Hay algunos en los que ni aparece intención de voto hacia él. Mendoza es el caso típico, donde al liderazgo de Cornejo se sumó lo que aún Larreta no pudo reparar", dejando la impresión de que respaldaba a Omar De Marchi, ex coordinador territorial del larretismo, para desbancarlo.
¿Le alcanzará el esfuerzo y la empatía que genera en el electorado más duro de la coalición? ¿O será el actual Jefe de Gobierno el que saldrá triunfador con su aparato político consistente y con la base territorial que le ofrece el radicalismo en buena parte de los distritos del país y organizó Diego Santilli en el conurbano?
En el larretismo dicen que las elecciones saldrán parejas, con una diferencia de 3 o 4 puntos entre ambos, lo que seguramente dificultará la nitidez de la propuesta de Juntos por el Cambio. En el bullrichismo, por su lado, creen en "lo que nos transmite la calle y que la apuesta es al liderazgo" de Patricia.
Por lo que se sabe, Mauricio Macri pidió que el 13 de agosto hubiera un bunker único, a lo que Rodríguez Larreta dijo que sí inmediatamente. Bullrich fue quien se negó, preocupada porque sus seguidores crean que "panquequeó".