Votada a fines de 2009, cuando el kirchnerismo controlaba sin vueltas el Congreso de la Nación, la Ley de Reforma Política cambió las reglas de la competencia electoral con una novedad que ya desde su nacimiento generó polémica: las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias para designar a los candidatos a la Presidencia. Hoy, esa innovación recibe muchos más cuestionamientos que en ese entonces. Varios jueces electorales afirman que los tiempos estipulados en la norma no son suficientes para renovar los padrones e incluso para contar los votos, el radicalismo y el Peronismo Federal planean sus propias compulsas cerradas antes de la fecha establecida en la Ley y los partidos más chicos denuncian que quedarán fuera de juego. El Gobierno sostiene que las primarias se harán el 14 de agosto, como manda la ley, pero en off the record varios funcionarios admiten que en el oficialismo nadie está muy convencido de la conveniencia política de hacerlas. Eduardo Fidanza, de la consultora Poliarquía y uno de los analistas más requeridos por la dirigencia, habló con El Cronista sobre los principales cambios de escenario.
¿A qué partido o coalición puede beneficiar hoy la aplicación de la ley de primarias abiertas, obligatorias y simultáneas? Del mismo modo, ¿qué sector sería a su juicio el más perjudicado?
Creo que no está claro a quién podría perjudicar y a quién beneficiar. Sin embargo, mi inclino a pensar que el Peronismo Federal y el radicalismo pueden enfrentar dificultades de cara a las primarias, si éstas finalmente se realizan. ¿Por qué? Sencillamente porque dispondrían de su candidato presidencial muy sobre la fecha de la elección general y correrían en desventaja respecto del gobierno si éste define su candidato a partir de marzo. Este problema no lo tendrían la Coalición Cívica y Proyecto Sur. No obstante quedan varias incógnitas por definir. Entre ellas, qué hará Macri: ¿se presentará por el Pro, lo hará en alianza con el PF o no será candidato presidencial?
¿Existe hoy un contexto político similar -en términos de perspectivas electorales- al que existía a fines de 2009, cuando fue aprobada esa norma?
-No. Hoy el gobierno es más fuerte, en términos de opinión pública, que en ese momento.
La Ley de Reforma Política deja afuera de carrera a varias fuerzas que no pueden cumplir los requisitos mínimos para participar en la elección presidencial ¿Quién se beneficia más, el oficialismo o la oposición?
Creo que puede beneficiar a las fuerzas más poderosas, el peronismo en sus distintas vertientes y el radicalismo. Parte de los votos de las fuerzas menores que no alcanzarán los requisitos para participar, debería volcarse hacia los partidos o coaliciones grandes. Pero no está claro, también podría engrosar el voto en blanco o generar un descenso en la participación. La reforma electoral es una innovación y por lo tanto generará comportamientos aun no previstos.
¿Por qué considera que la UCR y el Peronismo Federal convocaron cada uno a internas antes de la fecha del 14 de agosto? A su vez ¿por qué se niegan Cobos y Solá a participar de esas internas previas?
Porque necesitan tener un candidato antes de las internas abiertas. Pero no será fácil. Claramente Cobos y Solá se sienten más fuertes, y de hecho lo son, si la interna es abierta y obligatoria. Su carta son los independientes, no los afiliados.
Aún considerando que falta mucho ¿qué sectores o candidatos tienen hoy mejores perspectivas para llegar a una segunda vuelta en las presidenciales?
Efectivamente, es prematuro. Por ahora el gobierno tiene ventaja considerable para la primera vuelta, mientras que las fuerzas opositoras (básicamente Macri, PF y radicalismo) muestran chances parejas de llegar a la segunda vuelta, si la hubiera.