Confirmado en su puesto como ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá prepara su desembarco en el despacho del décimo tercer piso de la Cancillería con el total apoyo del presidente electo, Alberto Fernández, para la ardua tarea que le espera, pero secundado a su vez por figuras de contrapeso con buena relación y llegada a la expresidenta y actual vice, Cristina Kirchner.

Sin experiencia previa en materia internacional, se descuenta que buena parte de sus primeros días se consumirán en comprender los usos y costumbres de "la Casa", como lo llaman sus habitantes. Buena parte del éxito en este aterrizaje dependerá de sus principales alfiles en la segunda linea, de larga data en el mundo diplomático y con probadas credenciales de afinidad al kirchnerismo.

Aunque Solá ha evitado dar nombres, en el mundo diplomático descuentan que el embajador Pablo Tettamanti ocupará la secretaría de Política Exterior y actuará como vicecanciller. El diplomático, de profusa actividad intelectual y formador de jóvenes diplomáticos en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), es uno de los más activos miembros de la Comisión de Relaciones Internacionales del Partido Justicialista (PJ) y hay quienes lo dan como un férreo kirchnerista.

Tettamanti es abogado y miembro del Servicio Exterior, al igual que lo fue su padre, Leopoldo Tettamanti, a quien el cuerpo diplomático recuerda con una plaza en su honor como “el impulsor de la moderna diplomacia económica y comercial de la Argentina .