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Jorge Macri, primero en todas las encuestas, buscó no caer en la tentación de la pelea. Su objetivo era mostrarse como "el adulto en una pelea de adolescentes", alguien "responsable de llevar adelante una gestión en medio de las turbulencias" económicas de una Argentina agobiada por la inflación y la incertidumbre.

Leandro Santoro, que sale segundo en los sondeos, quiso posicionarse como alguien confiable para gobernar la Ciudad, para lo que necesita confirmar que está en el balotaje y buscar votos no kirchneristas, hasta podría decirse electores que jamás hayan votado al peronismo, mucho menos a sus últimas versiones, el Frente de Todos y Unión por la Patria.

Ramiro Marra, que salió tercero en las PASO, aspira a destronar a Santoro del segundo lugar. Buscó polarizar con él, sin pelearse demasiado con Macri ni tampoco criticando demasiado al Gobierno nacional. Lo suyo fue hacerse ver, distinguirse del borroso espacio del "mileísmo" porteño, para consolidarse con un perfil propio.

Vanina Biasi, la única candidata a gobernar la Ciudad de Buenos Aires, fue la sorpresa. Con carisma, fortaleza de convicciones y notable capacidad discursiva, la dirigente del Frente de Izquierda se posicionó como "la única oposición" al gobierno porteño, pero también al nacional, alumbrando un nuevo liderazgo en un tiempo donde la derecha domina la agenda.

De los cuatro, solo la gente de Santoro se mostró insatisfecha por el resultado del debate en las primeras evaluaciones que hicieron una vez concluida la escena que duró dos horas en el estudio principal del Canal de la Ciudad.

"Leandro vino a exponer sus planes para la Ciudad, que conoce como pocos. Es el único que tiene un plan publicado en su página web. Y lo llevaron (Marra) a discutir de un modo que no sirve para la gente", le dijo un miembro de su equipo a El Cronista.

Alejandro Grimson, Nicolás Otero y Fernando Sapio fueron los asesores principales que trabajaron en su presentación. Mientras ellos se acercaban al candidato en los cortes, su eficiente equipo de comunicación enviaba las lineas centrales de su discurso, apuntando a desplegar capacidad para gestionar la Ciudad.

En el piso, acompañaron al candidato Eduardo Valdés, Matías Lammens, Mariano Recalde, Paula Penacca y la candidata a vice, Bárbara Rossen.

La gente de Marra no ocultó su sensación de "deber cumplido". El libertario logró la mejor recordación de sus apariciones mediáticas. Rápido y furioso, hizo que el debate fuera picante y adquiriera interés en el público.

Chicaneó a Macri ("no pueden organizar ni un debate", dijo ante el micrófono de Santoro que en un momento no funcionó), a Biasi ("ví cosas espantosas en el piquete, hasta una mujer que le daba la leche a su hijo"), pero sobre todo se la agarró con Santoro ("odias a los que laburamos", "¿en serio querés salir tercero?", "lo único que entienden es la política keynesiana").

Aunque tampoco Santoro se quedó callado frente a Marra y logró risas y aplausos cuando le espetó que no hubo persecución kirchnerista cuando la CNV le sacó la autorización para operar porque rindió mal el examen correspondiente, "y tampoco aprobó el recuperatorio".

El libertario eligió acompañarse por algunos de los candidatos al Congreso y a la Legislatura y se acercaron a asesorarlo Eugenio Cascielles (el exasesor de Marco Lavagna que hoy es legislador porteño por Consenso Federal y ahora candidato a diputado nacional por LLA), Pilar Ramírez (segunda candidata a legisladora de LLA) y un amigo, Tomás, de quien no se informó el apellido.

Biasi fue asesorada en los cortes por Gabriel Solano, legislador porteño del PO, la docente Amanda Martín, legisladora hasta hace unos meses y nuevamente candidata para renovar y otro docente, Juan García, dirigente nacional del PO.

La acompañaron, entre otros, Nestor Pitrola, candidato a diputado nacional y Alejandro Lipcovich, candidato a legislador y trabajador en el Hospital Garrahan.


Macri se enfocó en anticipar sus planes en materia de seguridad

Macri llegó tranquilo al estudio acompañado por su mujer, María Belén Ludueña, y uno de sus hijos, Antonio. En el primer piso del canal, lo estaban esperando la candidata a vicejefa Clara Muzzio, la intendenta de Vicente López Soledad Martínez, el jefe de campaña Fernando De Andreis y el equipo de asesores que lo preparó para el debate, Hernán Iglesias Illa, Mora Jozami, Juieta Herrero, Carolina Bartel y Fátima Micheo, además de los responsables de prensa, Gustavo Gago y Ernesto Behrensen. Ningún radical fue de la partida.

De Andreis, Iglesias Illa y Jozami fueron el trío que se acercó durante los cortes y quienes le dieron la seguridad de que las cosas estaban saliendo como esperaban, mostrarse ya como el Jefe de Gobierno, mesurado pero firme, con conocimiento del terreno pero sin soberbia. Apuntando a lo que más le preocupa al electorado que está en sus manos, la inseguridad.

"Vamos a traer los puntos seguros, algunos ya los comenzamos a instalar, y vamos a incrementar el patrullaje en moto para tener mayor cobertura y mejor respuesta. Vamos a garantizar la viodeovigilancia en los coches del subte y necesitamos que cada policía que está en la calle tenga una Taser para poder reducir a los delincuentes peligrosos sin poner en riesgo la vida de nadie", expresó.

En el plató del debate, nadie le preguntó, pero sí fue la pregunta obligada de los periodistas una vez concluido: ¿cómo se imagina una eventual gestión si gana Javier Milei?. "Mi candidata es Patricia Bullrich, quien es la que tiene el carácter, la experiencia y el mejor equipo para gobernar la Argentina", contestó.

Pero otro periodista insistió: "¿Y qué pasa si no gana?". "Estos acostumbrado a gobernar con alguien que no es de mi signo político", recordó. Fue lo que le pasó en 2011, con Cristina Fernández en la Presidencia y Daniel Scioli gobernador y en el 2019, con Alberto Fernández en la Rosada y Axel Kicillof en la provincia.

Antes, ante una pregunta de Marra acerca de qué haría para mejorar la equidad en la atención de los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires, requeridos mayoritariamente por la ciudadanía bonaerense, tampoco dio vueltas: "Lo primero para resolver esta inequidad es que gobierne (el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio) Néstor Grindetti la provincia".