La presidenta Cristina Fernández aprovechó un acto en Casa Rosada como una forma lateral de justificar su nunca explicada ausencia en la fiesta de coronación de Máxima Zorreguieta como reina consorte de Holanda.
La mandataria tomó el comentario negativo de un periodista sobre la “exagerada” repercusión que tuvo en el país la entronización de Zorreguieta siendo que es “holandesa”, para advertir que “tiene sangre argentina”, que le “enseñó a hablar español a su marido Guillermo” y que por lo tanto el país había estado bien representado por Amado Boudou y Beatriz Rojkés de Alperovich, “primero y segundo en el orden de sucesión presidencial” respectivamente.
Cristina señaló que “a pesar de haber renunciado a la nacionalidad argentina no quiere decir que no siga latiendo en ella sangre argentina” y equiparó a Máxima con figuras el Papa Francisco y Lionel Messi.
Por otra parte, Fernández de Kirchner envió hoy un saludo “a todos los trabajadores”, cuyo día se celebrará mañana y destacó a “los que tienen la inmensa suerte de tener trabajo registrado y a los que todavía no tienen trabajo registrado, pero tienen trabajo”.