En caso de que asuma la Presidencia, Javier Milei buscará ladolarizaciónde la economía argentina, ya sea de facto o inducida mediante el programa que ya diseña su principal asesor económico Emilio Ocampo. Ese proceso, indican, se estaría acelerando con la suba del tipo de cambio y la licuación del peso en relación a la moneda estadounidense.
En caso de que esta conversión suceda, desde La Libertad Avanza aluden a que este escenario posibilitaría en la incursión de reformas estructurales en diversos sectores por afuera de la centralidad del Estado: una de esas áreas es el fútbol, sobre la cual tienen la intención expresa de que, luego de la dolarización, puedan sentarse las bases para fomentar una inserción del sector privado en la inversión de los clubes.
Según pudo saber El Cronista, la principal impulsora de una reforma en el mundo del deporte es Juliana Santillán, sexta candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, que, en caso de asumir en la Cámara baja, planteó a este medio que tendrá un rol central dentro de su bloque y que planea darle "una visión de apertura comercial de Argentina al mundo", con el objetivo de atraer inversiones extranjeras, detalló.
Con sus realidades, indica, "la industria del fútbol no es ajena al esquema de atraso general de la Argentina, en materia de inversión privada, nacional e internacional". Por ello, sostuvo que "la dolarización reconfigurará los esquemas de inversión y crecimiento (...) sobre todo en el factor deportivo".
Por otro lado, Santillán remarca que tiene "interés parlamentario" al respecto de esa temática. "Puedo nombrar en numerosas áreas de la industria, empresas y empresarios que ya se encuentran trabajado conmigo".
En el caso particular, informa que su principal asesor en el sector futbolístico es Guillermo Tofoni, el CEO de WorldEleven, es una de las empresas en Argentina que posee licencia FIFA para la organización de partidos amistosos internacionales de fútbol. "La inversión privada puede garantizar el éxito, a la hora de poner a una de nuestras industrias, al nivel de las grandes ligas nacionales", dice la candidata libertaria.
"Los clubes, con sus diligencias, elegidas por sus socios, pueden ver en el sector privado grandes posibilidades de apoyo de inversión. Es que dónde hay una necesidad, surge una posibilidad de que no haya intervención del Estado nacional", agregó a este medio y concluyó: "Hay que abrir y dejar entrar, regular para dejar de crecer, controlar para dejar hacer, es mi esquema de gestión como próxima diputada nacional".
Consultada por El Cronista, la diputada indicó que los mecanismos para llevar a cabo este proceso están por verse. En los hechos, aún no hay una dolarización vigente en el país y, más importante, todavía no se conoce si Javier Milei ganará las elecciones presidenciales, a pesar de que es el candidato que parte en la pole position para hacerlo.
Desde La Libertad Avanza aclaran que todavía no pueden hablar de una mutación a las sociedades anónimas deportivas (S.A.D.), debido a que no es posible estimar una ley que, quizás, se pueda abordar con posterioridad. Además, dado el recrudecimiento de las variables económicas y sociales, se presagia que habrá otros asuntos a debatir en el Congreso de la Nación.
En el caso de asumir como diputada nacional, Santillán deberá terminar de generar consensos en su propio bloque para impulsar una ley que incida en esta industria.
¿Qué dice el mismo Javier Milei? Hasta el momento, dio el visto bueno de un artículo de opinión escrito por Tofoni -y publicado en El Cronista- en el que remarcaba las ventajas que, según él, podría tener la dolarización en la industria del fútbol, con avances en la cuestión crediticia, sinceramiento de salarios y mayor tecnología.
En el caso de presentarlo, el proyecto precisa aprobarse con una mayoría que el espacio libertario no cuenta hoy en día. Es por eso que deberán apelar a la transversalidad de los espacios políticos. Asimismo, aún no se conoce si habrá un reacomodamiento de las coaliciones o una fractura de las mismas que permita licuar algunos bloques y disminuir los costos de las disciplinas partidarias en el Congreso.
El mismo Tofoni indicó cómo podría ser el caso en el que hubiera una dolarización y sus consecuencias en la industria futbolística. "Una posible dolarización sinceraría el mercado salarial de los directores técnicos y jugadores de fútbol". "Impulsado por el Congreso será una oportunidad única de crear una ley para el management de los Clubes con inversiones nacionales e internacionales", escribió.
Consultado por El Cronista, el empresario dijo que la aparición de las sociedades anónimas "es una asignatura pendiente en el fútbol argentino", dado que cuando se quiso hacer -tales como en los casos de Mandiyú de Corrientes o en Racing Club-, se hizo sin dar garantías económicas y jurídicas.
Para que la aparición de las famosas SAD sea posible, explicaron, tiene que existir una ley que permita aquellas inversiones y, por otro lado, "lo que tiene que prever esa ley es que proteja a los clubes, es que ni blanquiceleste con Racing tenía los fondos respaldatorios de la operación".
"Si otros clubes prefieren quedarse como clubes sociales es válido, pero queremos que exista la posibilidad de que la entidad que quiera pueda recibir fondos transnacionales con respaldo, que garantice el pago de sueldos, jugadores, infraestructura, proyectos y, cuando esa asociación no esté, se dispare automáticamente esa garantía", afirma Tofoni a El Cronista. Según indica, habría empresarios de Asia o Estados Unidos dispuestos a invertir si así fuera el caso.
Se prevé que, en caso de impulsarla, la medida tendrá una lógica resistencia en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Meses atrás, el área de Licencias de la misma presentó un informe en el que enfatizaron que "nuestros clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro que tienen un deporte federado como el fútbol, pero también cuentan con otras actividades deportivas, federadas y no federadas, con gran contención social".
"Hay muchos modelos de gestión en el mundo: Sociedades Anónimas Deportivas, sistemas mixtos, Asociaciones Civiles. Y gestiones malas, hay en todos esos modelos. Nadie puede garantizar que una SAD sea sinónimo de una buena gestión y que, en contrapartida, una asociación civil sea de una mala", indicaron.