La escalada en los valores de la soja y el maíz puede tener un componente extra en los próximos días, dado que los embarques de esos productos por un puerto fluvial de Pará, en el norte de Brasil, se vieron afectados y algunos fueron cancelados por bloqueos que hace una semana se producen en distintos puntos de una de las rutas clave para el trasladado de la producción brasileña.
Mientras el gobierno de Michel Temer reafirmó ayer sus previsiones de cosecha sojera en el récord de 113,92 millones de toneladas, y elevó a un récord de 96 millones de toneladas la producción de maíz, en el estado de Pará, productores rurales, comericantes y otros sectores realizan bloqueos en la ruta BR163 (una de las más importantes de Brasil, que atraviesa el centro del país de sur a norte y une los estados de Río Grande Do Sul; Santa Catarina; Paraná; Mato Grosso y Pará) en rechazo a cambios que hizo Temer en los límites de la denominada Floresta Nacional do Jamanxim. Los manifestantes, que pensaban extender las protestas hasta al menos este jueves, reclaman poder seguir realizando actividades comerciales en una partede la ahora reserva natural.
Según le dijo a la agencia Reuters Daniel Furlan Amaral, gerente de la Asociación de Industrias Brasileñas de Aceites Vegetales (Abiove, por sus siglas en portugués), los bloqueos en la BR-163 complicaban la llegada de los camiones al puerto de Miritituba, reduciendo la oferta de granos, principalmente de maíz, que desde allí se envía en barcazas a las terminales portuarias marítimas del llamado Arco Norte.
Si bien de momento las exportaciones desde los puertos de norte brasileño parecen no correr riesgo, una profundización de las protestas complicará la logística, dado que la cosecha gruesa récord dejó nula la capacidad de almacenaje.