Nuevos recortes, medicamentos y prepagas: el plan oficial que tiene en mente el ministro de Salud

El gabinete de Javier Milei comenzó la semana con un nuevo integrante. A través del Boletín Oficial este lunes se formalizó la designación de Mario Lugones como ministro de Salud de la Nación, quien reemplaza a Mario Russo, que la semana pasada renunció a su cargo luego de varios meses de desgaste producidos por la falta de poder que tenía dentro de su área.

Y es que Lugones siempre fue quien digitó las políticas sanitarias del ministerio. No lo hacía desde un cargo formal, sino como asesor avalado por la banca de Santiago Caputo. En su acto de jura hecho este martes, Lugones entró a la ceremonia acompañado por Milei y el propio asesor presidencial, que fue el primero en acercarse a saludarlo. El flamante ministro tiene una relación personal con él. Lo conoce desde hace años producto del vínculo que tiene con su hijo Rodrigo, excompañero de Caputo en la consultora de Jaime Durán Barba.

Así, cuando en diciembre se estaba terminando de conformar el Gabinete, quien quedó formalmente a cargo del ministerio (a pesar de que Milei quería que Salud fuera secretaría) fue Russo, pero el que ostentó el poder de veto y auditoría sobre cada uno de los pasos clave en el ministerio fue Lugones.

El nuevo ministro tiene amplias cartas credenciales para el cargo. El médico recibido en la Universidad de Buenos Aires es especialista en Salud Pública y en Cardioangiología. Fue presidente de la Fundación Sanatorio Güemes y director de la clínica homónima, habiendo trabajado en altos puestos de la Fundación Favaloro, el Instituto Médico de la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica de la Facultad de Medicina de la UBA.

Según marca su CV, este será su primer cargo jerárquico en un estamento estatal. Para llegar a su único paso por la gestión pública hay que remontarse a 1973, cuando estuvo un año como médico del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires.

A Lugones se le presenta el desafío de gestionar la política sanitaria en el marco de los pedidos de ajuste fiscal que baja desde la Casa Rosada.

Diversas fuentes de la cartera sanitaria marcaron ante El Cronista que la incorporación formal de Lugones "va a repercutir" en que las políticas sean administradas de manera directa: antes había un notable tironeo entre el "ministro entre las sombras" -y los funcionarios que le respondían- con Russo.

Cómo es el plan de Lugones para el Ministerio de Salud

La carpeta de gestión con la que Lugones llega a la gestión tiene diversas aristas. La principal es continuar con la premisa de "reordenamiento del sistema de salud" que ya se estaba coordinando con otras áreas que orbitan en su ministerio como la Superintendencia de Servicios de Salud (que está auditando a las prepagas y obras sociales) y el PAMI (con reajustes en su presupuesto).

Lugones tiene anotadas cuatro prioridades. En primer lugar, el ministro seguirá con la política de redefinición de las competencias de la salud pública. Esto no es otra cosa que decidir qué responsabilidades sanitarias debe asumir Nación y qué se puede traspasar a las provincias o municipios. Así como la Jefatura de Gabinete negoció traspasos de obras públicas, se espera que eso suceda con otras cuestiones para el ámbito de la salud, como ciertos hospitales o programas.

En segundo lugar, Lugones les dijo a los suyos que seguirá con las políticas para "la transparencia en la seguridad social" y "las empresas de medicina privada, otorgándole libertad de elección a sus usuarios y libre competencia de los agentes del seguro de salud". Se espera que la política de aumentos en prepagas continúe tal y como venía sucediendo.

En el nuevo esquema de Salud avisan que el presupuesto para su ministerio será revisado. "Se reformularán programas, se reducirá estructura, y se priorizará la inversión en salud en la compra de medicamentos, el calendario de inmunización, con procesos de compra eficiente y el financiamiento por resultados sanitarios", avisan.

En último lugar, el borrador de gestión que tiene Lugones tiene entre sus objetivos el de "poner el foco en la demanda y mejorar la calidad de las prestaciones, bajando los costos y el acceso a servicios en el sistema de salud". Ante el recorte presupuestario que rige por el "no hay plata" de Milei, buscan dosificar los recursos a cuestiones imprescindibles.