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Una nueva investigación post electoral reveló datos muy positivos para Javier Milei, La Libertad Avanza todavía representa la esperanza, el hartazgo con la política tradicional sigue vigente y la agenda de reformas está a la orden del día. Lo que no se vio antes de octubre y una advertencia para el gobierno.

Según un relevamiento cualitativo llevado adelante por Pulso research, tras las elecciones legislativas se pudo determinar que el oficialismo “monopolizó la esperanza de los argentinos”.

En este sentido, la consultora aseguró que el partido oficialista fue “prácticamente su único representante y logró imponerse como el vehículo indiscutido del cambio”.

“A pesar de la extendida negatividad entre los argentinos, no hubo una oferta partidaria ni una propuesta política alternativa que logre representarla de forma hegemónica”, indicaron desde Pulso, quizás como una señal de alarma al peronismo que no logró canalizar la angustia social y presentar un futuro.

En esta línea, desde la encuestadora aseguraron que la representación del pesimismo político estuvo atomizada.

Según el resultado, el votante libertario es mayoritario en varones y está creciendo el voto +50 a La Libertad Avanza (LLA).

Por otra parte, determinaron que los resultados del PRO y La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires en las legislativas fueron invertidos, el crecimiento libertario se dio gracias a fagocitar el partido amarillo.

¿Qué significó esta elección?

Para la consultora, esta elección representó la renovación de la confianza a Javier Milei.

“El oficialismo logro re-legitimizar su gestión y el mandato electoral original de 2023. Además, despejó la espuma pre-electoral, recuperó la centralidad y su capacidad de control de la agenda”, indicaron desde Pulso.

También, la victoria de LLA significó el triunfo de un espacio de representación que “llego para cuestionar y dejar atrás a la vieja política”.

“La esperanza decanto en un voto de confianza que inviste al gobierno de crédito político y capital para hacer”, remarcaron.

A pesar del crecimiento de la grieta emocional ante el posible futuro del país. Se da una baja de la negatividad después de las elecciones.

“El triunfo se logró a pesar de una escena pre-electoral compleja y adversa para el oficialismo. Al menos desde la opinión pública”.

¿Por qué se dio el resultado electoral?

La consultora determinó que el hartazgo con la política y los partidos tradicionales sigue vigente y fue clave para la victoria de Milei en octubre. “Fue más fuerte que cualquier impugnación y enojo con el gobierno”, aseguraron.

“Ganó el menos odiado. Aquello que aún es nuevo, representa el cambio, ofrece algo distinto y conserva el favor de la indulgencia popular”, arriesgaron desde Pulso.

Para la consultora, “no existe alternativa en frente” y eso fue clave para el resultado electoral.

En frente, está “el espanto”. “La falta de un liderazgo opositor claro y nítido, la incapacidad de conectar con el mandato popular y consolidar una propuesta convocante son, junto al rechazo de los partidos tradicionales, elementos que “le dan vida” y crédito político al oficialismo".

A pesar de esto, los números de la negatividad en cuanto a la situación personal y colectiva sigue en alza. La expectativa de mejora económica sigue en caída a pesar de la victoria electoral para el 2027.

¿Cómo quedó la oposición?

La mitad de los argentinos no sabe quién es la oposición o bien cree que nadie lidera la oposición. La Libertad Avanza movilizó la convicción, la propuesta libertaria logró ofrecer una razón de voto.

“Anclar la motivación en un espacio de representación con una agenda bien delineada, una idea nítida y un objetivo claro. Elementos que movilizaron un voto a favor de”.

Según el relevamiento de PULSO Research, las imágenes públicas de las principales figuras políticas muestran un escenario dominado por percepciones negativas, con diferencias significativas entre dirigentes.

Javier Milei encabeza el ranking con una imagen 47,3% positiva y 48,3% negativa, prácticamente dividida en mitades. Presenta un ratio de 0,98, el más alto del listado, lo que indica casi un punto de imagen positiva por cada negativa.

En segundo lugar aparece Patricia Bullrich, con 41,5% de imagen positiva y 51,9% negativa, mientras que un 6,6% no sabe o no contesta. Su ratio es de 0,80.

La imagen de Cristina Fernández de Kirchner se compone de un 40,0% positivo y 55,1% negativo, con un ratio de 0,67, mostrando un claro predominio de valoraciones desfavorables.

Por su parte, Axel Kicillof registra 35,4% de imagen positiva y 52,5% negativa, con un nivel de 12,1% de indecisos (el más alto entre los mencionados). Su ratio es de 0,73.

Una advertencia para el gobierno

La resiliencia de los argentinos está agotada y existe una intolerancia ante una nueva desilusión.

“El histórico péndulo político expone a los ciudadanos a una constante montaña rusa emocional. De allí, la imperiosa necesidad de resolver la ansiedad propia de la incertidumbre sobre el futuro y un desenlace incierto, pero sobre el que se depositan altas expectativas”, arremetieron.

Para Pulso, el voto de confianza fue un voto de gobernabilidad que fue, a su vez, un voto en pos de la revelación del futuro.

“Brindar las herramientas para conocer el punto de llegada, que tuvo mucho de optimismo y poco de certeza”, aseguraron.

Cuando se observan las expectativas hacia el final del gobierno de Milei, el panorama no mejora. La proporción de quienes esperaban una mejora económica del país cayó de manera sostenida a lo largo del año, hasta ubicarse en 33,1%, mientras que el 42,9% proyecta que la situación será peor. Las expectativas económicas personales muestran un recorrido similar: solo un 30,2% cree que estará mejor, frente a un 42,5% que anticipa un deterioro.

Esta caída en la expectativa futura se complementa con un cambio en la percepción sobre la capacidad presidencial. La proporción de quienes consideran que Milei “no sabe cómo resolver los problemas económicos” trepó del 38,2% en abril al 51,5% en septiembre, alcanzando su pico en la serie. Paralelamente, quienes creen que “sabe cómo hacerlo pero necesita tiempo” se mantuvieron en torno al 28%, sin variaciones relevantes. En contraste, la confianza en que el Presidente está efectivamente resolviendo los problemas cayó a apenas 12,6%, su registro más bajo.

En conjunto, el estudio muestra una tendencia clara: empeora la evaluación del presente, caen las expectativas de mejora y se profundiza la percepción de que el Gobierno carece de un rumbo económico sólido.

El mandato para el 2027: completar el cambio

Según Pulso, el gobierno logró imponer su agenda de reformas.

“En general, hay acuerdo en que las reformas son necesarias para el país”, afirmaron.

Sin embargo, la opinión pública considera que el gobierno aún no tiene las herramientas necesarias para llevarlas adelante. Lo cual puede operar como un moderador de las expectativas y dar aire al gobierno.

Sin embargo, en otra advertencia para Milei, el apoyo popular no es un cheque en blanco. A pesar de la victoria, la mayoría sostiene que las reformas deben hacer en base a consensos y acuerdos.