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Los referentes de las principales centrales empresarias irán el martes próximo al Congreso y reclamarán la aprobación del proyecto de acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sostienen que, si no se llega a un entendimiento, las condiciones de la economía empeorarán, y la incipiente mejora de algunos indicadores se detendrá.
La convocatoria del Congreso tiene como excusa brindarles a los hombres de negocios detalles respecto de lo que se pretende aprobar, aunque el objetivo final es que luego expresen abiertamente su apoyo al acuerdo.
Dentro de esta búsqueda de consensos, para el mismo martes se citó también a representantes de la CGT, la CTA y movimientos sociales.
Así, de la convocatoria participarán el G6 (Camarco, la UIA, la CAC, Adeba, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y la SRA), a quienes se sumarán por el lado empresario la Confederación Empresaria de la República Argentina (Cgera) y Apyme, además de los directivos de las centrales sindicales.
mal acuerdo y no acuerdo
"Siempre dejamos en claro nuestro apoyo al entendimiento ya que entendemos que hoy es mejor un mal acuerdo que un no acuerdo. Esta última opción sería muy negativa para la Argentina y no tenemos que llegar a eso", sostuvo Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).
En el mismo sentido fue Marcelo Fernández, titular de Cgera. "No llegar a un acuerdo significaría sin dudas poner un freno al avance que se ve en algunos signos de mejora de la actividad que se logran ver después de un tiempo", dijo Fernández.
Además, resaltó que "no se entiende la postura de se quieren oponer al acuerdo. No porque sea el mejor, sino porque es el que hay y tenemos que cerrar esta historia para poder tener un horizonte".
"Sería una pésima señal que, teniendo ya todo acordado, se deba tirar todo para atrás o postergar los tiempos. No creo que eso vaya a ocurrir, pero para estar seguro de esto primero tengo que verlo", afirmó otro de los empresarios que el martes próximo estará presente en el Congreso.
el miedo al "no"
Este mismo sentimiento es el que comparte el resto de los hombres de negocios que será convocado. No ven que sea tan fácil que la mayoría de los legisladores patee el tablero y le diga "no" al acuerdo, aunque al mismo tiempo observan que, lejos de rearmarse, la relación entre oficialismo y oposición es cada vez más compleja.
Más allá de esta búsqueda de consenso hacia afuera del Congreso, lo que resta saber todavía -y lo que más inquieta a los empresarios- es cuál será el futuro de las grietas que existen tanto en el oficialismo como en parte de la oposición.
En el primer caso, esto quedó expuesto tras la salida de Máximo Kirchner como presidente del bloque, y todavía es una incógnita saber qué postura tomarán sus aliados.
Y lo mismo ocurre en el caso de Juntos por el Cambio, que dentro de su estructura cuenta con miembros que no están dispuestos a dar su visto bueno, en tanto que otros aparecen como más abiertos al diálogo.