El Mundial de Fútbol Femenino, que se disputará en Australia y Nueva Zelanda, queda envuelto en conflictos durante la previa. A las pocas horas que en Zambia trascendieron problemáticas de abuso a varias jugadoras, el mismo país alimenta la polémica (y sospechas) por Barbra Banda, la capitana que participará de la competencia a pesar de haber fallado previamente el test de género.
Después del partido del viernes ante Alemania, el diario Bild puso de nuevo sobre la órbita "las dudas" sobre el género de quien lleva el brazalete en su brazo. El doblete de Banda para el triunfo (3-2) ante el seleccionado teutón, dejó tela para cortar. Es que no sólo se habló del talento que le permitió facturar por duplicado, sino que además existieron muchas menciones por cuestiones extradeportivas.
Barbra jugará el certamen
El Mundial femenino de este año será el primero que organizarán conjuntamente dos países y ampliará por primera vez a 32 el número de selecciones participantes. Desde el 20 de julio al 20 de agosto habrá acción, y también la tendrá Banda. Según cuenta el mencionado medio de comunicación, la FIFA no somete a las jugadoras a un test de género, sino que es la misma federación nacional quien los debe realizar.
De esta manera, la estrella de Zambia podrá demostrar su nivel al mundo. Distinta fue su suerte en la pasada Copa Africana de Naciones, donde no se le permitió jugar por "razones médicas", según explicó la Federación de Fútbol de Zambia. En los test, Banda superaba los niveles habituales de testosterona en mujeres, por lo que no se autorizó su presencia. La futbolista también participó en los Juegos Olímpicos de Tokio, siendo la segunda máxima goleadora del torneo.
Grave denuncia
Una jugadora de la selección de Zambia reveló que su entrenador, Bruce Mwape, abusa sexualmente de ellas si así lo desea con la complicidad de la Federación. "Si él quiere acostarse con alguien, le tienes que decir que sí. Es normal que el entrenador se acueste con las jugadoras de nuestro equipo", dijo una de las protagonistas en el periódico británico The Guardian, aunque prefirió mantener el anonimato por cuestiones de seguridad.
Ante las acusaciones, Andrew Kamanga, presidente de la FAZ, también se pronunció y explicó que dejó el caso en manos de la policía local, que llevará la investigación formal. Ellos trabajarán junto a la FIFA, mientras que la Federación se quedará al margen tras ser señalada.