¿Cambios? "Tengo un sistema que funciona"; "mi industria es muy tradicional"; "esto no nos va a afectar". Cuando todas esas respuestas quedaron de lado, para la gran mayoría, cabe preguntarse qué está ocurriendo. Estábamos frente a la revolución industrial 4.0, donde todo se redefinía y afectaba a diferentes industrias en diversos países. Pero esto ya es parte del pasado; llegó una pandemiaque vino a cambiar muchas reglas que se daban por ciertas, y aceleró exponencialmente todos los cambios que ya estaban en marcha.

¿Qué va a ocurrir post pandemia? Es una pregunta difícil de responder. Aunque tenemos algo claro: hay que estar preparados para poder enfrentar los cambios, y entender que muchos de ellos son externos y nos afectan de una manera que no podemos controlar.

¡Sí! Nos encontramos en tiempos de cambios. Lo que conocíamos dejo de serlo, y es necesario transformarnos. Estamos en un mundo donde la normalidad actual se definió como: revisar nuestras costumbres, comprender las nuevas reglas, y por sobre todo, continuar. Por lo que la resiliencia ya no es una opción, es una capacidad indispensable. La dinámica no es la misma, las costumbres de consumo se vieron alteradas. La rapidez de los sucesos potenció a muchos de los cambios que ya estaban sucediendo, como el incremento en el uso del e-commerce, la utilización de medios de pago electrónicos, la transformación digital y la adopción de la agilidad. Se nos plantea un desafío: la velocidad de los cambios y la adaptación a los mismos nos exigen ser ágiles. Y nos plantea una pregunta ineludible: ¿Qué entendemos por agilidad?

La agilidad tuvo sus inicios durante la década de 1940, cuando Toyota introduce su nuevo sistema de fabricación, donde se busca reducir los procesos que generan un valor sobre el producto final. El hito más importante sucede en el año 2001, en la ciudad estadounidense de Salt Lake City, cuando se reúnen 17 desarrolladores de software para establecer el manifiesto ágil. El manifiesto define 4 valores y 12 principios. Y desde esa reunión en adelante empezaron a surgir los nuevos marcos de trabajo como Scrum, Kanbany Lean. Siendo Scrum la de mayor difusión y adopción. La agilidad es mucho más que una metodología, es una transformación a nivel cultural, una manera de ser que pide un cambio en cada persona. Ser ágil implica estar abierto al conocimiento, al aprendizaje continuo, y a la creación de valor en entornos colaborativos.

La agilidad es mucho más que una metodología, es una transformación a nivel cultural.

La cultura de la agilidad nos plantea satisfacer al cliente a través de la entrega temprana y continua de valor. Y también nos propone abrazar el cambio, equipos que se auto organizan, la simplicidad en las soluciones, ajustes continuos, interacciones cara a cara, motivación y confianza en los colaboradores. Donde toda la organización se encuentra en busca de un mismo fin. Cada metodología ágil tiene su impronta y su característica que la hace más adecuada a una circunstancia particular. También es una alternativa implementar un híbrido, que puede ser una mezcla de diferentes metodologías, incluso con las predictivas (o también llamadas tradicionales).

Y este viaje que hicimos juntos sobre la agilidad, deja en mi cabeza una frase de Mario Benedetti: "Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, cambiaron todas las preguntas".