Como el Gobierno, Juntos por el Cambio está en el dilema de hacer rápido todo lo malo, terminarlo en marzo, y dedicarse a partir de entonces a conquistar el electorado para ganar el 2023. Pero, claro, estar en el poder no es lo mismo que estar afuera. Quizás por eso, la principal oposición no tuvo ni la chance de festejar como las victorias mandan.
Es que ganaron la elección, incluso en la provincia de Buenos Aires, pero concluido el periodo electoral Juntos por el Cambio está más enredado que nunca. El Frente de Todos lo sabe, por eso juega fuerte a confundirlos, a desordenarlos ahí donde carecen de líder. Incluso hay quien dicen que la difusión de la reunión del ex ministro de Trabajo de María Eugenia Vidal, donde reconoció que no tenia una "Gestapo" para perseguir sindicalistas se debe a la venganza de los intendentes del oficialismo.
- Tanto poder tienen los intendentes?, quiso saber El Cronista ante el dato. "No sabes cuanto, y ahora que gestionan áreas claves (de la gobernación bonaerense), mucho mas que nunca", preciso la fuente.
El desbarajuste es fenomenal. Todos están peleados con todos como pocas veces se ha visto en JxC, cuidando un bien tan preciado como es el poder en la provincia de Buenos Aires, que fue gobernada por María Eugenia Vidal hasta que decidió mudarse a la Ciudad.
Desde el paraninfo porteño, la ex gobernadora salió a defender la ley que había logrado aprobar con respaldo del Frente Renovador de Sergio Massa impidiendo las reelecciones indefinidas de los intendentes. "Se trata de un activo de la gestión de María Eugenia y aunque perdamos vamos a terminar ganando, porque nuestro electorado no quiere las reelecciones indefinidas", dijeron cerca de ella.
Sin embargo, la iniciativa se malogró con una reglamentación del 10 de abril de 2019 que termino ofreciendo una lectura inesperada: con licencia de dos años, el intendente podría volver a presentarse. Y, así, hasta la eternidad.
Resulta obvio que hubo una negociación en momentos de debilidad entre la gobernación de La Plata y algún intendente poderoso del conurbano. Mauricio Macri ya se encontraba bajo las cuerdas del ajuste y el peronismo estaba decidido a contarle las costillas. Parte de esa presión le cayó, como es obvio, a Vidal y su equipo.
Un dirigente radical, que apoya fervientemente la nueva ley, sin euforia, reconoció que "no es justo que 20 intendentes del FdT del conurbano puedan volver como si nada en el 2023. Y nosotros que?". En efecto, mas de la mitad de los 74 intendentes que terminan sus mandatos y no deberían reelegir son de JxC.
Por su lado, una dirigente porteña se quejó por las sucesivas trampas de los intendentes peronistas. "En la Ciudad es claro, dos mandatos son dos mandatos, sin vueltas", dijo. Y se lamentó que Vidal haya decidido en el 2019 reglamentar una ley que "era clara e impecable, no había ninguna necesidad".
Lo cierto es que buena parte de lo que esta pasando en la oscura Legislatura bonaerense sucede por la paridad de fuerzas entre oficialismo y oposición, un escenario que no se había dado en democracia y que expone como nunca la necesidad de transparentar la gestión de la provincia de Buenos Aires y sus organismos legislativos, judiciales y de control, en general cajas de la política que están cerradas con siete llaves para que la población no se entere de nada.
En medio de las complejísimas negociaciones que se llevaron adelante el Dia de los Inocentes, no deja de sorprender que quien mejor aprovecho la escena es José Luis Espert, el diputado de Avanza Libertad que tiene tres diputados en la Legislatura y ayer pudo hacer valer la importancia de andar liviano por la híperrealista política del conurbano.