En la división de tareas que manejaba el Gobierno hasta ahora, la inflación siempre fue un tema de incumbencia casi exclusiva del Banco Central. La decisión respondía a una lógica académica, y es que en el resto del mundo se acepta que la aceleración de los precios esta directamente relacionada con la cantidad de dinero en circulación. Pero a la Argentina los estándares mundiales no siempre le sientan bien. Y si bien es probable que cuando se consiga el sueño de llevar la inflación a un dígito esta tesis sea verificable también a nivel local, está claro que los factores que llevan a mover los valores que cualquier consumidor encuentra en una góndola son responden a razones mucho más amplias.
Sin embargo, la corrida cambiaría parece haber habilitado un poco más de heterodoxia en esta materia. Si bien Mauricio Macri le devolvió margen de acción a Federico Sturzenegger para manejar la política monetaria, ya se nota una acción más preventiva que en el pasado. Las declaraciones de María Eugenia Vidal y las reuniones reservadas que realiza la Secretaría de Comercio con los grandes formadores de precios, revelan un nuevo convencimiento: el Gobierno ya no esperará más a que el Indec publique el IPC para saber quién subió los precios más de la cuenta, apostando a que la supertasa del BCRA nivele ese problema en los meses siguientes.
Aunque la excusa formal hoy es que la devaluación generó un cambio de precios relativos y es eso lo que monitorea el Gobierno, hay un nuevo activismo en materia de inflación: es el que disparó el freno a las subas de la nafta y el que hace repensar el actual sendero de ajuste de tarifas.
Así como la reversión del flujo de capitales financieros hirió de muerte al gradualismo fiscal, cabe esperar que la libertad de mercado que operó hasta ahora en materia de precios, se transforme en una libertad vigilada. No habrá signos de morenismo explícito. Pero la sensación de que el deterioro financiero puede alterar el horizonte político hizo cambiar, una vez más, el gen de toma de decisiones que usa Mauricio Macri.