"Máximo está para mucho más que para aspirar a ser un intendente de un partido de la provincia de Buenos Aires. Es hijo de un expresidente y una expresidenta elegida dos veces por el voto popular, obvio que está para más", le dijo Cristina Fernández de Kirchner a un importante dirigente que la visitó en varias oportunidades en su lugar de detención, en la calle San José del barrio porteño de San Telmo.
En conversación con esta periodista, el hombre que pertenece obviamente al mismo espacio político que su líder, afirmó que por más que ella no lo dice abiertamente "hoy es su hijo la persona en la que Cristina confía. Ella quiere que sea él".
El dilema es para muchos el mismo. El apellido Kirchner, ¿suma o resta en la boleta? Una gran mayoría considera que es el único que puede nuclear las voces disonantes del espacio. Y que ningún otro puede generar tal nivel de tracción, solo por el apellido. Otros creen que "cualquier reminiscencia al apellido Kirchner no suma en este momento, ni hablar de que no permite generar nuevas caras y tampoco pescar ni un solo voto ajeno sino que hacia adentro también genera rechazo", los más osados se animan a decir que "atrasa".
El nombre de Máximo se escuchó fuerte la semana pasada y surgió de una especie de operativo clamor que duró poco. La escena la ocupó Grabois con sus cuestionamientos a Sergio Massa. No por una centralidad política que el dirigente social nunca logró construir, sino por el ya conocido ataque a otros dentro de su mismo espacio con el único objetivo de conseguir mayor cantidad de lugares en el armado de las listas.
Esto de alguna manera motivó que el ex ministro de Economía, quien guarda silencio hace meses, saliera durante las últimas horas a la búsqueda de algún micrófono. Luego de una charla con Cristina, Massa dijo que "lo más importante es la unidad, lo demás es secundario", a horas del cierre del domingo. La estrategia es aflojar a Grabois en su amenaza de ir por afuera y así lograr un frente más sólido que les permita ganarle a Milei.
¿Y mientras tanto Kicillof?
El Gobernador espera, no presiona, no avala ni se opone, no veta nombres. Axel no visita a Cristina. Hablaron en julio por última vez. Los camporistas creen que debería acercarse, que tendría que proponer una señal. Que es el responsable del desdoblamiento de las elecciones, y con esto, probablemente el culpable de lo que algunos creen podría llegar a ser un fracaso político.
El Gobernador sabe que en general, repite los números de Cristina en las encuestas. Claro que no hay como la expresidenta para su núcleo duro, pero así y todo, el mandatario provincial conserva casi todo ese apoyo. Muy por el contrario, Máximo no.
De una muestra en la que Managment and Fit consultó por la imagen de 13 políticos de renombre de los espacios más importantes, el presidente del PJ ocupa el último lugar. Tiene la peor respuesta, mientras que Sergio Massa ocupa el lugar número once y Cristina el séptimo. Mientras tanto en el sexto lugar por arriba incluso de la exmandataria aparece el gobernador bonaerense (recordemos que imagen no es lo mismo que intención de voto).
En el camporismo también suena el nombre de Jorge Taiana; el intendente de Pilar, Federico Achával, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Mariel Fernández, de Moreno; Nicolás Mantegazza, de San Vicente y Ariel Suarchuk, de Escobar también intentan ser convocados a la pelea, aunque es difícil que eso suceda. Ninguno convence del todo a Cristina, quien sigue pensando que debería ser su hijo que, según cuentan los que están a su lado, solo diría que sí en caso de que su madre se lo pida.
Por otra parte, a Máximo se le vence su mandato en el PJ en diciembre y evalúa llamar a la renovación de autoridades luego de las elecciones de octubre. Muchos consideran que esa elección terminará resolviendo las diferencias internas que existen hace mucho tiempo.
Para la elección de septiembre, las cosas no están tan claras. Antes de que se venciera el plazo para inscribir alianzas, al sello de la Libertad Avanza le iba visiblemente mejor que al justicialismo. Una vez que se cerraron los acuerdos y se presentaron los candidatos, el peronismo empezó a mejorar, y con ese repunte la dispersión de encuestas.
Mientras algunos trabajos muestran al peronismo cómodo en la Tercera Sección, la más numerosa y la que marcará o no un triunfo para el PJ, otras hechas en el mismo período y bajo la misma metodología aseguran que no. En la elección de septiembre los intendentes renuevan sus consejos deliberantes. Es por eso que allí el PJ tiene más chances de imponerse porque los caciques municipales van a jugar para su lado. En octubre en cambio, sin el trabajo de los municipios, el oficialismo a nivel nacional tiene más chance de ganar.
El misterio de los nombres quedará develado el domingo a última hora. Mientras que en la Rosada no dudan de que José Luis Espert será el mejor candidato en la provincia, en el PJ aún deshojan margaritas entre Máximo y algún tapado que pueda llegar a bendecir Axel.