Hay ya varios países en el mundo que imponen una cuota obligatoria de mujeres en los directorios de las sociedades comerciales que cotizan en bolsa.
Entre ellos, varias naciones escandinavas: Suecia, Noruega, Islandia y Finlandia. A ese grupo particular, se acaba de agregar, en los EE.UU., el estado de California, donde se acaba de sancionar una norma protectora, en virtud de la cual deberá haber, obligatoriamente, por lo menos una mujer en los directorios de todas las sociedades que coticen en Bolsa, desde el año que viene. Y dos directoras mujeres en los directorios de las sociedades que coticen en Bolsa y tengan hasta cinco directores y tres mujeres en aquellas con seis o más directores. Esto último recién desde 2021, en adelante.
La presencia promedio de las mujeres en los directorios de las principales sociedades norteamericanas que cotizan en Bolsa es del orden del 19,8%. Apenas una quinta parte. En California, específicamente, esa presencia femenina es en la actualidad del 20,8%. Nada demasiado excepcional. Hablamos de una mujer entre cada cinco directores, entonces. No parece excesivo sino, más bien, bajo. Lo de California es, por lo demás, todavía único en los EE.UU. Y cabe suponer que en algún momento será objeto de imitación.
Hay quienes, pese a todo, señalan que la diversidad de las personas no se agota necesariamente en materia de género y que habría que tenerla en cuenta también en otros supuestos. Como los étnicos, por ejemplo. Lo que no deja de ser cierto, pero que probablemente contribuiría a complicar el manejo de las sociedades, afectando su productividad.
Las cosas parecen estar, sin embargo, mejorando lentamente para la presencia de las mujeres en los directorios de las principales sociedades que, en los EEUU, hoy cotizan en Bolsa. En 2017, ella superó el 38%. En lo que va del año en curso, ella se estima en el 35%, cuando de llenar los nuevos puestos se trata. Estamos entonces frente a una realidad en la que felizmente ya más de un tercio de los puestos en los directorios están en manos de mujeres.
Hombres y mujeres deberían ser elegidos fundamentalmente en función de todas sus capacidades personales, incluyendo por cierto las profesionales. A lo que cabe agregar que hoy las mujeres son quienes son responsables de nada menos que el setenta por ciento de las decisiones de compra en la economía norteamericana.
Por ello, la tendencia contemporánea, que impulsa a aumentar normativamente su presencia en los directorios de las sociedades que cotizan en Bolsa, pareciera tener, además de las razones que se vinculan con la noción esencial de la igualdad, una lógica que tiene en cuenta la realidad.
Me pregunto entonces si no es hora de avanzar, también nosotros, en la dirección que ya han elegido los países escandinavos antes nombrados y, más recientemente, el estado de California, en los Estados Unidos.