El Justicialismo es otra vez un hervidero. Cuando las aguas parecían aquietarse, otra vez, la tensión entre Axel Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner amenaza con romper el partido. La elección en la Provincia ya tenía fecha para el 7 de septiembre, justo un mes después del plazo para inscribir alianzas transitorias y confederaciones. Así lo decidió el gobernador bonaerense. El año electoral arrancó con triunfos de los oficialismos y todo le hacía pensar que desdoblar la elección era mejor en todo sentido. El kirchnerismo había empezado a amigarse con la idea.

El resultado en la Ciudad de Buenos Aires volteó esa hipótesis. Macri perdió en su mejor bastión. Hizo su peor elección en casi 20 años. El Gobierno nacionalizó esa batalla y con un buen candidato invitó a votar por el sí o no a Javier Milei. Como dijo el propio vocero y legislador electo Manuel Adorni, por un modelo u otro. La nacionalización permeó. El Presidente jugó fuerte para ser un primer mandatario en una elección local. Se convirtió en el real ganador de las legislativas porteñas.

Cristina anotó. Desdoblar nunca le había causado gracia, ahora menos. La Cámpora empezó a presionar nuevamente para que la elección en Buenos Aires sea el mismo día de la elección nacional. La expresidenta cree que solo ella puede polarizar con Milei y que el riesgo de perder la Provincia, si se desdobla la elección, es importante. Mucho más aún si el PJ no es vertical y no se encolumna unido detrás de ella, claro. Es por eso que el sábado 7 de junio estará en Corrientes, intentando juntar y contagiar a los propios.

Kicillof de todos modos, le lleva varios momentos ganados: frenó las reelecciones indefinidas de los legisladores, bloqueó el Presupuesto K en la Legislatura de la Provincia, consiguió la suspensión de las PASO y modificó, por ahora, el calendario electoral a su favor.

Cristina en tanto, insiste ahora en que descalzar la elección local de la nacional es un error. Se dedicó a bajar ese mensaje en la reunión a la que convocó a la Mesa Nacional del PJ esta semana. La titular del partido cree que es hacerle el juego fácil a la Rosada: "Van a salir a nacionalizar la elección como lo hicieron en CABA. Terminaron encerrando a Macri y hundiéndolo en el tercer lugar. Es imposible que Axel no lo vea", aseguraban el martes en la calle Matheu.

Desde La Plata se encargaron de todos modos de pasar el mensaje: "no hay chances de que las elecciones de provincia sean el mismo día que las nacionales. Dejen gobernar a Axel. La decisión ya está tomada."

Aún no queda clara qué parte va a representar Cristina en la elección. Si la de un espacio opositor al Gobierno, que analiza que ganó porque la gente se cansó de la misma gestión que ella integró. Si la de un oficialismo en la Provincia que se conformaría con retener solo el tercer cordón del distrito. O quizás el papel de la analista de la fragilidad de los procesos...

Si bien la lógica indicaría que un partido que pierde una elección rotundamente como ocurrió con el peronismo que terminó con su derrota dándole el triunfo a Milei, debería encarar un proceso de renovación dirigencial con cambios de nombres y figuras, la realidad, es que la titular del partido no lidera el proceso ni permite que otro lo haga; no come ni deja comer, dicho de manera más figurada.

Ahora incluyó la expresión de la necesidad de un "Estado más eficiente" en lugar de un "Estado presente", modernizó el relato.... pero no se hace cargo.

En tanto el PRO entendió a la fuerza que si no flota en el salvavidas de La Libertad Avanza, se hunde. Milei lo abraza frente a su necesidad y a pesar de la "desilusión infinita" de Macri y los "amarillos fracasados" para Milei, la política vuelve a hacer posible lo imposible y ahí encaran nuevamente el camino juntos y no se descarta inclusive, que pronto vuelvan a Olivos las milanesas.

Ambos se necesitan. El oficialismo tiene en cuenta que, aunque con un muy buen panorama, a la Libertad Avanza le faltan candidatos. Nacionalizar la elección les funciona, pero las boletas hay que llenarlas. Tal es así que los globos de ensayo tiran nombres al azar..., algunos impensados tiempos atrás. El Gordo Dan (brazo armado en las redes del partido violeta) comparó hace unas horas a Diego Maradona con Javier Milei... casualidad o no Verónica Ojeda, apenas una noche atrás, había dicho que nadie sabe si "el 10" no hubiera apoyado al Presidente, y contó que su hijo, Dieguito Fernando, es "fana" del Jefe de Estado.

Recordemos que Dan tuvo hace pocos días al Presidente en su programa, en lo que fue la entrevista más larga desde el inicio de su gestión, seis horas de una nota a la que Milei no fue solo, sino que concurrió acompañado por parte de su Gabinete. Dan dijo que le cree "todo" a Verónica Ojeda, y que para él es una "fuente". ¿Será una opción candidatear a la madre del hijo varón de Maradona? ¿Una idea tirada al azar para medir la reacción?

Más allá del buen momento La Libertad Avanza sabe que perdió desde la elección de 2023 a hoy parte del voto propio. El de las clases socioeconómicas más bajas que sorprendentemente lo acompañaron hace dos años. Del 56% de ese momento , una parte era del PRO y la otra propia. De esa última facción una porción se diluyó, tal como quedó reflejado en la última elección en la Ciudad de Buenos Aires.

Lugares del sur de CABA en los que había logrado meterse el oficialismo nacional y en los que ahora volvió a ganar el justicialismo. En la Rosada lo saben y entienden que es necesario encontrar candidatos populares que no tengan origen en la política para esos sectores también.

Mientras tanto de los demás espacios no se habla, no se los conoce, no se hacen escuchar, no encuentran cómo filtrarse. Si bien una gran porción de los votantes no concuerda en un 100% con el oficialismo, prefiere bancar parte de un liberalismo que no les cierra en pos del orden macro, la baja de la inflación y el orden público porque sí en cambio, concuerda con puntos que el Gobierno resalta con mucha intensidad.

A los protagonistas de la elección les interesa solo polarizar al electorado, profundizar la grieta que tanto critican y que el partido se juegue solo de a dos. Hoy, este paso de medio término se juega a fondo. Lo demás, es cotillón.