En las filas internas de Cambiemos, cada vez cuesta más sobrellevar la mala racha de noticias negativas que el Gobierno está forzado a informar. El dato de pobreza del segundo semestre de 2018 deja la sensación de que se vuelve al punto de partida, sin nada en las manos.

Cuando Mauricio Macri eligió dar a conocer personalmente el primer número de su gestión (el Indec había decidido suspender su difusión durante la gestión de Axel Kicillof, para no tener que mostrar un indicador artificial, distorsionado por su propio relevamiento de precios) puso sobre la mesa un valor que podía servirle como punto de partida para ser juzgado en su gestión. El 32,6% de pobreza que mostró en 2016 era responsabilidad del ajuste cambiario que se produjo tras la salida del cepo. Si las proyecciones de Alfonso Prat-Gay y Federico Sturzenegger funcionaban, nada hacía prever que se pudiera repetir un pico de esa naturaleza. La discusión era cuánto tiempo se iba a tardar en bajar la inflación (y por ende, los indicadores sociales). Por eso pobreza cero resultó un horizonte aceptable.

Pero la taba se dio vuelta y una nueva devaluación (más fuerte que la inicial) generó otra disparada en los precios, y así todo el trabajo hecho -que permitió bajar siete puntos porcentuales en 2017- se escurrió como arena en las manos.

La perspectiva de lo que resta del año no promete ser mejor. Marzo y abril serán meses de inflación alta y eso impactará en el dato de pobreza del primer semestre que se conocerá en septiembre. El problema que enfrenta el Gobierno es que entre algunos precios estacionales (como la carne y los alimentos) y las tarifas, las expectativas quedaron desarticuladas. Precios, dólar y tasas se mueven sin una guía, y tampoco parece probable que aparezca un ancla que devuelva racionalidad. Sería recomendable un acuerdo social y político, pero es complejo llevarlo adelante en un año electoral. El mercado teme que si el dólar y los precios no se desinflan, el Gobierno se desangre. Tal vez buscar consensos sea difícil. Pero sería bueno intentarlo.