

Colombia guarda un tesoro silencioso en la punta del Darién: Sapzurro, un pequeño pueblo ribereño cuya bahía esconde playas tan claras que el mar parece una piscina. Alejado del turismo masivo, este destino exige esfuerzo para llegar, pero recompensa con un entorno casi intacto, rodeado de selva y recubierto de paz.
Llegar a Sapzurro es parte de la aventura: tras un vuelo a Necoclí o Turbo, se cruza en lancha hasta Capurganá y luego se toma otra lancha o se camina una hora por la selva hasta Sapzurro. Esa misma travesía garantiza que la playa siga siendo casi virgen, con apenas cientos de visitantes al año.
Llegar solo en lancha o a pie: una odisea sin carreteras
El viaje hacia Sapzurro comienza habitualmente en Turbo o Necoclí, con una lancha rápida que cruza el golfo de Urabá hasta Capurganá en 2-3 horas. Desde allí, se puede tomar una embarcación de 10-30 minutos o emprender una caminata por senderos selváticos, cruzando ríos, manglares y vegetación exuberante, hasta la bahía donde está Sapzurro. Esa carencia de carreteras mantiene lejos la masificación.
El efecto de aislamiento se siente al pisar la arena: no hay autos, ni grandes hoteles, solo hamacas pescadoras, botes de madera y casas pintadas con los colores de la costa. Esa rusticidad le da autenticidad al plan y convierte al trayecto en parte esencial del encanto.
Buceo y snorkel en aguas cristalinas: coral, peces y calma
Las aguas de Sapzurro y sus alrededores, como la playa de El Aguacate y La Miel, ofrecen visibilidad superior y bancos de coral intactos: ideales para buceo y snorkel. Sitios certificados por PADI, como Punta de las Flores o Bajo el Palmar, han sido destacados por su riqueza en esponjas, corales, tortugas, rayas y peces tropicales.
La baja densidad turística permite a los buceadores moverse libremente entre arrecifes, sin corrientes fuertes ni oleaje intenso. La topografía submarina incluye paredes rocosas volcadas hacia el mar profundo, cuevas coralinas y una vida marina vibrante, un contraste claro con las inmersiones saturadas de visitantes típicas en otros destinos.
Selva y caminatas ecológicas: una experiencia 360°
Sapzurro no es solo agua: también es selva. Senderos conectan con Capurganá, cascadas ocultas, manglares y observación de fauna. El camino hacia La Miel (en Panamá) tarda 1-1,5 horas caminando entre bosques dialécticos, o 30min en lancha desde Capurganá.
Durante el recorrido, se ven aves tropicales, ranas venenosas, micos tití e incluso perezosos. Proyectos de turismo comunitario permiten conocer la cultura local, aprender sobre conservación y compartir con las familias afrocolombianas que mantienen tradiciones ancestrales.
Cómo llegar desde Bogotá:
Vuelo desde Bogotá a Apartadó o Montería (1 h - 1:30 h aprox.).
Desde el aeropuerto, traslado por tierra a Necoclí (2 a 3 h en bus o taxi).
En Necoclí, tomar una lancha rápida hasta Capurganá (trayecto de 1 h 30 min a 2 h, sujeto a clima).
Desde Capurganá hay dos opciones:
Caminata ecológica de 1 hora por la selva.
Lancha de 10-20 minutos hasta Sapzurro.
Importante: No hay carreteras. Todo el trayecto requiere combinación de vuelo + lancha + caminata o navegación corta.












