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Se trata de una medida aprobada en Colombia en el marco de la reforma laboral que incentiva el uso de la bicicleta como medio de transporte al trabajo. Esta iniciativa no solo busca promover la movilidad sostenible, sino también fomentar la salud y el bienestar de los empleados.

Según la normativa, los trabajadores que certifiquen el uso regular de la bicicleta para ir a su lugar de trabajo podrán recibir un día de descanso remunerado, sin que esto implique un descuento en su salario.

Este beneficio aplica tanto para empleados del sector público como para aquellos del sector privado, dependiendo de ciertos requisitos.

¿Quiénes pueden acceder al día libre remunerado por usar bicicleta?

La medida amplía los beneficios establecidos en la Ley 1811 de 2016, conocida como la "Ley Probici". Actualmente, los empleados del sector público pueden recibir medio día libre y remunerado por cada 30 viajes al trabajo en bicicleta, con un tope de ocho medios días por año.

En cuanto al sector privado, la reforma permite que los trabajadores y sus empleadores acuerden un día completo de descanso remunerado por cada seis meses de uso regular de la bicicleta como medio de transporte hacia el trabajo. Para ello, será necesario contar con algún tipo de certificación de los trayectos.

Cómo certificar el uso de bicicleta para obtener el beneficio laboral

La certificación del uso de la bicicleta puede realizarse a través de distintos métodos, dependiendo de la empresa y del sistema de transporte de la ciudad. Algunos de los mecanismos incluyen:

  • Registros internos de entrada o salida en el lugar de trabajo.
  • Validaciones en biciparqueaderos o estaciones integradas al transporte masivo.
  • Sistemas digitales de control o aplicaciones móviles con geolocalización.
  • Abonos o recargas en la tarjeta de transporte público al demostrar viajes validados en bicicleta.

Además del día libre, algunos gobiernos locales han comenzado a implementar incentivos adicionales como pasajes gratuitos para quienes combinan el uso de la bicicleta con el transporte público.

El desafío ahora es promover esta iniciativa en el sector privado, facilitar los mecanismos de validación y lograr que más empresas se sumen a una política que apunta a ciudades más sostenibles, saludables y humanas.