

La Ley de Alquileres en Colombia no fue oficialmente derogada, pero sufrió cambios sensibles y con ello se introduce una importante modificación en el mercado de arrendamientos a partir de junio de 2025.
La eliminación de esta normativa representa un alivio para miles de inquilinos en todo el país, quienes venían enfrentando aumentos significativos bajo el marco legal anterior.

¿Qué cambia tras la derogación de la Ley de Alquileres?
Con la derogación, los contratos de arriendo volverán a regirse por el Código Civil y el Código de Comercio, eliminando los parámetros rígidos que la ley anterior imponía para fijar aumentos anuales.
Esto significa que, a partir del próximo mes, los incrementos en los arriendos serán más moderados y estarán sujetos a negociación entre las partes, en lugar de quedar atados a fórmulas automáticas basadas en la inflación.
Según fuentes del Ministerio de Vivienda, los inquilinos podrán negociar contratos más flexibles, y los propietarios tendrán más libertad para ajustar precios de manera razonable, sin incurrir en abusos.
¿Por qué se eliminó la Ley de Alquileres en Colombia?
La derogación fue impulsada por el creciente descontento tanto de inquilinos como de propietarios, quienes consideraban que la ley encarecía los contratos de arrendamiento y dificultaba los acuerdos libres.

El Gobierno Nacional argumentó que la norma ya no respondía a la realidad del mercado inmobiliario colombiano y que su eliminación facilitará un entorno más equilibrado y dinámico para el arriendo de vivienda urbana.
Impacto inmediato para arrendatarios
Expertos del sector inmobiliario afirman que los efectos se verán rápidamente en junio, con una disminución en los aumentos de arriendo, especialmente en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali.
Por otra parte, se espera que esta medida ayude a frenar la informalidad en el mercado del alquiler, ya que muchos contratos eran realizados sin respaldo legal para evitar los condicionamientos de la antigua ley.
La derogación de la Ley de Alquileres en Colombia marca un antes y un después para inquilinos y propietarios. Con aumentos más controlados y reglas más flexibles, el mercado se adapta a una nueva realidad en busca de mayor equidad y libertad contractual.
A partir de junio, miles de colombianos podrían ver una mejora directa en su economía doméstica gracias a esta histórica decisión legislativa.














