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Una nueva preocupación sacude al país y pone en alerta a las autoridades nacionales. El Gobierno anunció una medida que impactará tanto en salud como en economía.

Gustavo Petro confirmó la declaratoria de una emergencia sanitaria en un contexto que despierta inquietudes. El anuncio incluye decisiones urgentes y posibles consecuencias fiscales.

La noticia ha generado reacciones divididas entre expertos, empresarios y ciudadanos. Las implicaciones de esta decisión podrían sentirse en distintos frentes.

Emergencia por fiebre amarilla: el Gobierno activa alerta sanitaria nacional

El presidente Gustavo Petro anunció la declaratoria de emergencia sanitaria y económica tras confirmarse 74 casos de fiebre amarilla y 32 muertes. Con una letalidad superior al 40 %, el brote encendió alarmas en las autoridades nacionales.

El mandatario advirtió que solo dos hospitales en el país pueden tratar casos graves, por lo que se implementará una campaña de vacunación masiva. Esta incluirá 18.000 escuelas rurales como puntos de distribución de dosis.

Petro abre la puerta a nuevos impuestos para financiar la emergencia

Además del componente de salud pública, el anuncio incluyó una advertencia fiscal: el Gobierno necesitará más recursos para enfrentar el brote. Petro no descartó medidas tributarias, señalando que los ajustes recaerían en sectores con altos ingresos pasivos.

En su mensaje, el presidente criticó a quienes se oponen a contribuir, y mencionó un posible aumento en la retefuente. Aclaró que los nuevos tributos no afectarían al empresariado productivo, sino al rentístico.

¿Por qué esta suba de impuestos causa polémica en Colombia?

La emergencia económica declarada por el Gobierno coincide con un momento crítico en las finanzas públicas. El déficit de 12 billones de pesos en el presupuesto de 2025 ha llevado al Ejecutivo a proponer adelantar el cobro del impuesto de renta de 2026.

Aunque algunos respaldan la rápida reacción ante el brote, voces del sector empresarial apuntan a un uso político de la crisis. Desde Fenalco se cuestiona si la medida busca realmente controlar la fiebre amarilla o encubrir decisiones impopulares en materia tributaria.