

Muchos colombianos se preguntan por qué, pese a su riqueza natural y su potencial económico, el país parece no despegar del todo. Mientras otras naciones que hace unas décadas estaban por detrás ya alcanzaron niveles de vida superiores, Colombia sigue atrapada en la categoría de país emergente, con un ingreso por habitante que crece, pero a paso lento.
Durante la más reciente Asamblea de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), economistas y empresarios coincidieron en que el país necesita perder el miedo a crecer. Las cifras presentadas reflejan un panorama preocupante: al ritmo actual, Colombia tardaría 100 años en alcanzar el ingreso per cápita de Portugal, una brecha que evidencia los retos estructurales del modelo económico nacional.
El contraste con otras economías resulta llamativo. Corea del Sur, que hace medio siglo tenía indicadores inferiores, hoy alcanza un ingreso per cápita de más de 33.000 dólares anuales, mientras que Colombia apenas supera los 7.300 dólares por persona, según datos del Banco Mundial.
Ingreso por habitante en Colombia: el estancamiento económico que preocupa
El presidente de Anif, José Ignacio López, fue contundente en su intervención: “Hay que perder el miedo a crecer”. Según el centro de pensamiento, el país se ha quedado rezagado por políticas excesivamente cautelosas y una dependencia del consumo, los subsidios y las remesas, más que de la inversión productiva.

El problema, advierten los analistas, no está en la falta de potencial, sino en la falta de ejecución. La burocracia, la alta informalidad y la ineficiencia en la implementación de políticas públicas frenan el avance sostenido. Mientras tanto, las brechas de desigualdad siguen marcando el promedio: pocos ganan mucho y la mayoría permanece en ingresos bajos.
Además, la inclusión financiera continúa siendo limitada. Un 25 % de las empresas recurren al “gota a gota”, con intereses que alcanzan el 600 %. Esa dependencia del crédito informal refleja la urgencia de políticas que amplíen el acceso al sistema bancario formal y fortalezcan la productividad empresarial.
Pensiones, ahorro y baja inversión: los otros obstáculos al crecimiento
Durante el evento, también se discutió el impacto de la reforma pensional aprobada este año. Según López, el nivel de ahorro nacional se reducirá significativamente: de cada 100 pesos que se ahorraban bajo el sistema anterior, ahora solo se destinarán 30. Esta caída se debe al traslado de aportes hacia el régimen público, lo que disminuirá la capacidad de inversión a largo plazo.
Por su parte, la presidenta del Consejo Privado de Competitividad, Ana Fernanda Maiguashca, insistió en que Colombia necesita más agilidad para ejecutar políticas y menos temor a la innovación. “Dejemos de pedir tanto permiso y pasemos a pedir un poco más de perdón”, expresó, al señalar que la rigidez normativa impide el crecimiento y resta competitividad.
La economista María Lorena Gutiérrez complementó el diagnóstico: el país crece gracias al consumo, no a la inversión. Mientras la demanda interna se sostiene por transferencias y remesas, la inversión privada aún no alcanza los niveles de 2019. Para los expertos, la solució













