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Un hallazgo arqueológico en el sitio de la Última Cena, ha sorprendido a expertos al revelar un objeto de origen inesperado. El descubrimiento sucedió durante excavaciones en el Monte Sion, sitio sagrado de Jerusalén.
Este hallazgo destaca las conexiones históricas entre Oriente y Occidente, en un lugar cargado de significado religioso para cristianos y judíos. Su origen despierta mucho análisis sobre ese lugar y sus cercanías.
Sorpresa en el sitio de la Última Cena por la aparición de un "objeto de origen inesperado"
Arqueólogos descubrieron en el sitio sagrado de la Última Cena, el Monte Sion en Jerusalén, un tazón de porcelana que data del siglo XVI, según la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA). Este "objeto de origen inesperado" posee la inscripción china más antigua conocida en Israel: "Por siempre guardaremos la primavera eterna".
El Monte Sion, de profunda relevancia religiosa, es mencionado en tradiciones cristianas como el lugar de la Última Cena y en la tradición judía como el sitio donde estuvo el Arca de la Alianza durante el reinado del Rey David. "Es fascinante encontrar evidencia de estas relaciones en forma de una inscripción en chino, y en un lugar tan inesperado como el Monte Sión en Jerusalén", comentó el director de la IAA, Eli Escusido.
De dónde ha surgido el tazón chino encontrado en el sitio de la Última Cena
Este artefacto, producido durante la dinastía Ming, fue identificado durante excavaciones conjuntas entre la IAA y el Instituto Protestante de Arqueología. La porcelana, probablemente traída a la región como parte del comercio entre China y el Imperio Otomano, es un ejemplo de las relaciones comerciales documentadas en textos de la época.
"Los escritos del académico chino Ma Li de 1541 mencionan colonias de comerciantes chinos en ciudades costeras libanesas como Beirut y Trípoli, así como en Jerusalén y otras ciudades importantes", señaló la IAA en un comunicado.