

China ha desarrollado un nuevo dron submarino autónomo, apodado como el "Dragón silencioso", el cual ha captado la atención militar internacional en el último tiempo por su posible uso en operaciones militares de larga duración.
Se trata de unvehículo submarino no autorizado (UUV, por su siglas en inglés), diseñado especialmente para operar durante semana sin la necesidad de que intervenga un ser humano. Para su funcionamiento se utiliza inteligencia artificial, lo que le permite navegar y ejecutar misiones complejas en entornos hostiles.
Este dispositivo es utilizado específicamente en aguas disputadas del Indo-Pacífico. Una de sus características principales es su capacidad para moverse sin generar un ruido detectable. Es decir, este artefacto cuenta con la posibilidad de infiltrarse eventualmente en las tropas enemigas y desactivar bombas.

China construye el "Dragón Silencio"
Según informes de medios estatales chinos, el "Dragón Silencio" es un factor determinante para el espionaje, la vigilancia y la infiltración ya que puede acercarse a instalaciones o flotas enemigas sin ser detectado por los sonares tradicionales. Esta capacidad de sigilo lo posiciona como un instrumento clave.
El artefacto posee brazos robóticos y sensores de alta precisión que le permiten intervenir directamente sobre estos dispositivos, desactivarlos o incluso manipularlos. De esta forma, se añade una característica nunca antes vista en un submarino: una dimensión táctica que va más allá del simple patrullaje autónomo.
La amplia estrategia de modernización militar china
El desarrollo del Dragón Silencioso apunta a disminuir la influencia de plataformas tripuladas y apostar por sistemas inteligentes no tripulados, ya sea en el aire como en el mar. Se trata de una tecnología similar a la que Estados Unidos ha estado desarrollando bajo el programa XLUUV (Extra-Large Unmanned Underwater Vehicle).

Hasta el momento, no se han revelado todos los detalles técnicos ni se ha confirmado su despliegue operativo, pero el anuncio ha generado preocupación entre analistas internacionales, especialmente por el potencial uso del "Dragón Silencioso" en operaciones encubiertas o en zonas en disputa.










