

Un territorio relativamente pequeño, pero ubicado en un punto estratégico del Asia-Pacífico, se mantiene en el centro de las tensiones entre China y Estados Unidos. Se trata de Taiwán, una isla que forma parte de la llamada primera cadena de islas y que, por su posición geográfica, influye en el acceso desde la costa china hacia el océano Pacífico abierto.
Desde mediados del siglo XX, la política de seguridad de Washington en la región se apoya en una red de islas y bases militares que van desde el norte de Japón hasta el sudeste asiático.
Con el aumento de las capacidades navales de China y la competencia estratégica con Estados Unidos, vuelve a cobrar protagonismo una pregunta clave: cómo encaja Taiwán en la estrategia de cadenas de islas y por qué su control podría cambiar el equilibrio de fuerzas en el Pacífico occidental.

El país pequeño que preocupa a China y a Estados Unidos
La llamada estrategia de cadena de islas fue formulada a comienzos de la Guerra Fría como una forma de contener la expansión de la Unión Soviética y de la propia China en el Pacífico occidental. La idea, impulsada por figuras como el entonces secretario de Estado John Foster Dulles, consistía en apoyarse en aliados y socios ubicados en islas clave para crear una línea defensiva frente al continente asiático.
La primera cadena de islas recorre la costa de Asia oriental desde las islas Kuriles y el archipiélago japonés, pasando por Okinawa, Taiwán y el norte de Filipinas, hasta llegar a Borneo y la península malaya. Dentro de ese arco quedan el mar de China Oriental, el mar de China Meridional y el mar Amarillo, zonas donde China concentra parte importante de su actividad marítima y militar.
La geografía convierte a estos arcos de islas en algo más que una figura teórica: son corredores y cuellos de botella por los que deben pasar los buques chinos que salen de sus mares cercanos hacia el Pacífico. Controlar o influir sobre esos pasos estrechos es una ventaja para cualquier potencia que quiera limitar el movimiento de otra.
China rompe límites históricos y prueba sus portaaviones
En 2025, la Armada del Ejército Popular de Liberación (EPL) dio una señal fuerte sobre sus ambiciones de operar en mar abierto. En junio, los portaaviones Liaoning y Shandong realizaron ejercicios en el Pacífico occidental, con maniobras que cruzaron la primera cadena de islas e incluso alcanzaron zonas asociadas a la segunda cadena.
Según los reportes oficiales y los seguimientos de Japón y Taiwán, durante esas operaciones los dos grupos de portaaviones navegaron en áreas al este de las islas japonesas y cerca de rutas que históricamente han sido consideradas parte del cinturón defensivo de Estados Unidos y sus aliados. Para Beijing fue un ejercicio de entrenamiento; para sus vecinos, un mensaje sobre la capacidad china de operar más lejos de su costa.
Estos movimientos se inscriben en una visión más amplia impulsada por las autoridades chinas, que vinculan el poder marítimo con la fuerza nacional.
Taiwán: por qué una isla pequeña pesa tanto en el mapa del Pacífico
Taiwán ocupa un lugar central en este rompecabezas por varias razones estratégicas:
- Ubicación en la primera cadena de islas: la isla se encuentra justo en el punto medio entre Japón y Filipinas. Si una potencia hostil controlara Taiwán, tendría una puerta de salida más directa al Pacífico, reduciendo la eficacia de la primera cadena como barrera.
- Acceso a rutas marítimas clave: gran parte del comercio de energía hacia China pasa por cuellos de botella como el estrecho de Malaca y se dirige luego a los mares cercanos a la primera cadena.
- Impacto en la seguridad de aliados de Estados Unidos: para Japón, Filipinas y Guam, la pérdida de Taiwán como eslabón autónomo en la cadena implicaría una línea defensiva más frágil y una mayor exposición a las fuerzas navales y aéreas chinas.











