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El rey Felipe de Bélgica ha abordado cuándo podría renunciar al trono para que su hija, la princesa Isabel, pueda reinar. El país europeo tiene una larga tradición de reyes que abdican en favor de sus hijos.
Este hecho tendría un significado especial: convertiría a la princesa en la primera reina mujer de Bélgica. Aún así, su padre ha decidido dejarle un tiempo más a su descendiente.
Isabel actualmente se encuentra en Estado Unidos continuando con sus estudios. La princesa intenta sostener este proceso junto a sus deberes reales.
El rey Felipe de Bélgica confirma si abdica al trono en favor de su hija
En un video oficial, el rey Felipe de Bélgica confirmó que aún no abdica al trono en favor de su hija, la princesa Isabel. El monarca contestó 30 preguntas seleccionadas con motivo de su cumpleaños dónde se incluían algunas sobre su posible abdicación al trono, una práctica usual en Bélgica.
"Un rey da un paso atrás, pero no se jubila", dijo el rey Felipe sobre la pregunta y agregó: "Seguiré trabajando por Bélgica y debo darle a mi hija tiempo para disfrutar de su juventud, desarrollarse y conocer el mundo. La apoyo plenamente en eso y haré todo lo posible para que tenga todo el tiempo que necesite".
Quién es Isabel, la princesa heredera del trono de Bélgica
Isabel, de 23 años, es la hija mayor del rey Felipe y compagina sus estudios con sus deberes reales, regresando regularmente a Bélgica para seguir participando en la vida pública. Cuándo asuma, hará historia como la primera reina reinante de Bélgica, la primera monarca reinante del país.
La duquesa de Brabante se graduó de la Universidad de Oxford, Reino Unido, en julio de 2024 con una licenciatura en Historia y Política, y actualmente continúa una maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Harvard, Boston, con una duración de dos años.
Bélgica y su historia de abdicación voluntaria
La abdicación voluntaria tiene un precedente en Bélgica: el rey Felipe ascendió al trono en 2013 a los 53 años, después de que su padre, el rey Alberto II, abdicara a los 79 por problemas de salud. Anteriormente, el abuelo del rey Felipe, el rey Leopoldo III, también abdicó en 1951 en medio de una crisis política.
En 1991, una década antes del nacimiento de Isabel, Bélgica introdujo la primogenitura absoluta mediante una nueva ley de sucesión, poniendo fin a siglos de primogenitura con preferencia masculina. Este cambio allanó el camino para que las descendientes femeninas del rey Alberto II, padre de Felipe, accedieran al trono según el orden de nacimiento.
