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La Tercera Guerra Mundial es un tema que ha cobrado relevancia entre especialistas e historiadores que estudian los conflictos bélicos. En este contexto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha realizado declaraciones sobre las posibles consecuencias de un conflicto global, anticipando la desaparición de ciertos países.
La gestión internacional se ha convertido en un asunto crucial para el Gobierno de Estados Unidos. Trump ha sido un crítico de la administración del exmandatario Joe Biden en este ámbito. No obstante, durante sus primeros meses en el cargo, Trump ha alimentado la teoría de la Tercera Guerra Mundial al activar diversos conflictos globales, como la guerra comercial con China.
En este marco, el presidente de Estados Unidos ha afirmado que México podría dejar de existir en caso de que se desencadene una Tercera Guerra Mundial. “Probablemente México ya no existiría”, declaró, aludiendo al devastador poder de las armas nucleares.
Trump advierte: México podría desaparecer en la Tercera Guerra Mundial
Las declaraciones de Trump evidencian la creciente preocupación por la amenaza nuclear que se extiende a nivel global. Potencias como Rusia y China poseen la capacidad de desarrollar armamentos nucleares de largo alcance, capaces de causar estragos en poblaciones enteras.
Desde la perspectiva de Trump, en el hipotético caso de que Estados Unidos fuera el blanco de un ataque nuclear, uno de los países más perjudicados, además del propio territorio estadounidense, sería México, que, según el actual presidente, podría dejar de existir. De este modo, el mandatario emitió una clara advertencia a las grandes potencias.
¿Cuáles son las posibilidades de una Tercera Guerra Mundial?
Si bien en la actualidad la probabilidad de que se desencadene una Tercera Guerra Mundial es remota, diversos historiadores y expertos coinciden en que no es alarmista considerar la posibilidad de un conflicto geopolítico global de gran magnitud. La creciente proliferación de guerras e invasiones entre diferentes naciones respalda esta afirmación.
En este sentido, una nueva guerra mundial no se iniciaría mediante una declaración formal, como sucedió en ocasiones anteriores, sino que podría activarse de manera orgánica a partir de la acumulación de enfrentamientos y tensiones entre países.