

Gustavo Petrovolvió a subir el tono frente a Washington. En una entrevista con Al Jazeera aseguró que viajará a Nueva York "así no quiera recibirme" el gobierno de Estados Unidos, pese a que el Departamento de Estado le revocó la visa después de sus declaraciones en una protesta en esa misma ciudad y, más recientemente, fue incorporado a la llamada Lista Clinton junto con su esposa, Verónica Alcocer, y su hijo Nicolás.
El jefe de Estado recordó que, desde el 1 de enero de 2026, Colombia ocupará un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y que, por tanto, tiene derecho a estar en Nueva York cuando el cargo se formalice. Lo dijo incluso sabiendo que las sanciones financieras de la OFAC -que bloquean bienes y transacciones en el sistema estadounidense- complican a todo su entorno político y familiar.
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Lo que todavía no detalló es bajo qué figura ingresará al territorio estadounidense: si hará valer la inmunidad vinculada a los viajes a la ONU, si apelará a su ciudadanía europea -como ya lo había insinuado- o si forzará una excepción diplomática para asistir a las sesiones. Pero el desafío ya está planteado.
Gustavo Petro en la Lista Clinton y sin visa: qué originó la crisis
La crisis se disparó después de que Petro participara en una manifestación en Nueva York y llamara a militares estadounidenses e israelíes a desobedecer órdenes relacionadas con la ofensiva en Gaza. El Departamento de Estado calificó esas palabras de "imprudentes e incendiarias" y ordenó revocar su visa, una decisión inusual tratándose de un presidente en ejercicio de un país aliado.

Días después llegó el golpe más fuerte: la OFAC del Departamento del Tesoro lo incluyó en la lista de sancionados por vínculos y apoyos considerados contrarios a los intereses de Estados Unidos, y allí también aparecieron su esposa, su hijo mayor y el ministro del Interior Armando Benedetti. Esa designación implica congelamiento de activos bajo jurisdicción estadounidense y alerta a bancos de terceros países, lo que explica por qué Petro la calificó de "persecución".
Viaje a Nueva York y asiento en el Consejo de Seguridad
Pese a todo lo anterior, Petro sostuvo que irá a la sede de la ONU cuando Colombia tome posesión del asiento en el Consejo de Seguridad en 2026. Argumenta que se trata de una función multilateral, no bilateral, y que Estados Unidos no puede impedir la presencia de un representante colombiano ante el máximo órgano de seguridad. Esa es la base de su frase: "Yo tendré el placer de volver a Nueva York, aunque el gobierno federal no quiera recibirme allí".
El presidente también deslizó que aprovechará ese escenario para insistir en dos banderas que han tensado la relación con Washington: su postura sobre Gaza y su rechazo a operaciones militares estadounidenses en el Caribe, que en Colombia interpreta como una reedición de la lógica de intervención. Incluso dijo que Colombia podría ceder su espacio a una representación palestina si el veto de EE.UU. se mantiene, lo que anticipa más choques diplomáticos.












