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Una de las marcas deportivas más queridas por los amantes del surf y el skate ha cerrado sus puertas. El impacto no es menor, ya que afecta a decenas de miles de fanáticos y dejando un vacío en la industria. La noticia llegó como un balde de agua fría: 124 locales, distribuidos por todo Estados Unidos, han bajado sus persianas para siempre.

El cierre es resultado de la quiebra de la empresa que operaba la licencia de la marca en el país. Este movimiento, aunque previsto por algunos especialistas, ha generado un profundo pesar entre los consumidores. La decisión afecta directamente a las tiendas físicas y marca el final de una era para muchos. Esta situación refleja también las complejas dinámicas de un mercado que evoluciona rápidamente.

Los problemas del operador no son únicos y revelan una lucha por adaptarse a los nuevos hábitos de consumo. Este cierre masivo de locales no es el fin de la marca, pero sí un claro indicio de que se avecinan grandes cambios.

El cierre de una de las marcas deportivas más queridas

En febrero de este año, el operador Liberated Brands se adhirió a la protección por bancarrota del Capítulo 11. La compañía era la encargada de gestionar las tiendas físicas de marcas icónicas como Quiksilver, Billabong y Volcom en Estados Unidos.

Tras la declaración de quiebra, se inició un plan de liquidación que incluyó el cierre de 124 de sus ubicaciones. Aunque el cierre de Quiksilver en Estados Unidos es un hecho, la marca como tal no desaparece.

La firma pertenece al conglomerado Authentic Brands Group (ABG), que ya ha retirado las licencias a Liberated Brands. Esto significa que los productos seguirán vendiéndose, pero a través de nuevos operadores y canales de distribución.

Los motivos detrás del cierre y el futuro de la marca deportiva

Los problemas financieros que llevaron al cierre de locales se debieron a una combinación de factores. Según la información proporcionada por Liberated Brands, la empresa se vio afectada por la débil demanda de los consumidores, la alta inflación y los problemas en la cadena de suministro.

A pesar de esta crisis, el futuro de la marca deportiva Quiksilver en otros mercados, como América Latina y Europa, se mantiene estable, ya que están gestionados por otros licenciatarios. Es un momento de transformación para la marca, que ahora deberá reinventarse para seguir siendo relevante en un mercado cada vez más digital y competitivo.