En Colombia, la figura de la usucapión también conocida como prescripción adquisitiva permite que una persona se convierta en propietaria de un inmueble que ha habitado por un tiempo prolongado, incluso si originalmente lo hacía en calidad de arrendatario.
Este mecanismo jurídico no es nuevo, pero ha cobrado relevancia en medio del debate sobre la ley de alquileres y la búsqueda de soluciones para quienes llevan años pagando renta sin acceder a una vivienda propia. La usucapión establece que, bajo ciertas condiciones, el ocupante de una propiedad puede reclamar su dominio legal si demuestra posesión continua, pacífica e ininterrumpida durante un periodo definido por la ley.
Este recurso puede aplicarse tanto a casas urbanas como a predios rurales, siempre y cuando se cumplan requisitos específicos y no exista oposición legítima del propietario original. Aunque no es un proceso automático, esta vía ha sido utilizada por familias y comunidades enteras para obtener la titularidad de inmuebles. En el contexto actual, se percibe como una oportunidad para quienes han invertido años de su vida en un lugar que consideran su hogar.
Requisitos legales para obtener una vivienda por usucapión en Colombia
En Colombia, la ley contempla dos tipos de usucapión: ordinaria y extraordinaria. La ordinaria requiere un tiempo de posesión de cinco años con justo título y buena fe, mientras que la extraordinaria exige diez años de posesión sin necesidad de título. En ambos casos, la posesión debe ser pública, pacífica y sin interrupciones.
El interesado debe presentar una demanda ante un juez civil, aportando pruebas como recibos de servicios públicos, contratos de arriendo vencidos y testimonios de vecinos. El proceso judicial es clave, ya que la propiedad solo se transfiere legalmente con sentencia favorable.
Usucapión: las consecuencias para inquilinos y propietarios
Para los inquilinos, la usucapión representa una posibilidad real de convertirse en dueños de su vivienda, aunque el trámite puede ser largo y costoso. Para los propietarios, este mecanismo implica la necesidad de vigilar el uso de sus inmuebles y ejercer sus derechos de manera oportuna para evitar la pérdida de la propiedad.
Expertos recomiendan que ambas partes conozcan sus derechos y obligaciones, ya que un descuido legal podría derivar en la transferencia definitiva de un bien inmueble. En tiempos de cambios legislativos y debate sobre alquileres, esta figura cobra más relevancia que nunca.