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La capital italiana es una de las ciudades donde mejor se come en Europa y el mundo entero. Sin embargo, para los argentinos es muchas veces difícil encontrar alternativas que no sean excesivamente caras al cambio actual.

Por eso, más allá de vencer a la tentación de convertir todos los precios y comparar con nuestro país, hay que saber dónde comer para disfrutar de los sabores típicos y evitar sorpresas al pedir la cuenta.

A continuación, 5 opciones para comer -en restaurantes y al paso- en Roma y enamorarse, también, de su gastronomía.

Tonnarello

Fundado hace 147 años, en 1876, este es uno de los restaurantes más clásicos e imperdibles en un viaje a Roma. Tonnarello se encuentra en el barrio de Trastévere, uno de los más atractivos de la ciudad, que se caracteriza por su espíritu bohemio, su movida artística y su vida nocturna.

La especialidad aquí es la pasta, con especial énfasis en el Cacio e Pepe (10 euros) y la Carbonara (12 euros), dos platos típicos de Roma. Sin embargo, también ofrecen pizzas, albóndigas con distintas salsas o guarniciones y platos a base de carnes. Como cierre perfecto de una experiencia detrás del Tíber, es imprescindible probar el tiramisú (7 euros). Para ver la carta y recibir más información visitá el sitio web tonnarello.it.

Pane e Salame

Como su nombre lo indica, el pan y los embutidos son protagonistas en este pequeño bistró moderno vecino a la Fontana di Trevi. Con un puñado de mesas en el salón y algunas más en la vereda, en Pane e Salame ofrecen una amplia variedad de sándwiches gourmet (a partir de 5,50 euros) y tablas de quesos y fiambres -acompañados por mermeladas y vegetales grillados- en tres tamaños diferentes: pequeño, mediano y grande, con un valor de 6, 12 y 18 euros por persona respectivamente.

Esta es sin dudas una de las mejores opciones para probar fiambres y embutidos típicos como el jamón crudo de Parma, los distintos salames, el capocollo y la bresaola.

L'Antico Forno

En Piazza Trevi, en diagonal a la Fontana, un antiguo local con el nombre de "Forno" inaugurado en 1939 es uno de los mejores puntos de la ciudad para un almuerzo informal de paseo por Roma.

Si bien el local no cuenta con mesas, es una gran opción para comprar un panino para llevar a partir de 3,50 euros (el de porchetta y el de mortadela son dos de las especialidades). Junto al local principal cuentan con una cafetería donde tomar el típico capuccino con una croissant de pistacho en la barra o en una de las codiciadas mesas con vista a la Fontana de Trevi.

Pizza e Mozzarella

En la zona del Panteón se encuentra una de las mejores opciones para probar la auténtica pizza al taglio romana (pizza al corte). La particularidad de la pizza al taglio es que en lugar de venderla por porción -como sucede en Argentina-, en Italia se comercializa al peso, por lo que es posible elegir un corte de cualquier tamaño. En Pizza e Mozzarella ofrecen una amplia variedad de opciones clásicas e innovadoras con distintos ingredientes que dan la posibilidad de probar un surtido de sabores y texturas durante una misma comida. Una pizzería buena, bonita y barata para conocer la vera pizza romana.

Pastasciutta

En el Vaticano se encuentra uno de los locales de "pasta to go" mejor rankeados de Roma. Pastaciutta ofrece pasta fresca elaborada insitu (spaghetti, fusilli, pappardelle y strozzapreti) con distintas salsas, entre las que se destacan el pesto y el ragú. Los precios de los platos van de 5,50 a 6,50 euros; por lo tanto, es una de las opciones más económicas para comer pasta rica yeconómica. Un imperdible para almorzar al paso en una visita a la Basílica de San Pietro y los Museos Vaticanos.